Siempre hemos defendido que los derechos de profesionales y personas usuarias de los servicios públicos van de la mano, y más evidentemente en Servicios Sociales. Por eso luchamos por una Intervención Social pública, democrática y de calidad. Tras años de movilización y alianzas con diferentes movimientos sociales, 2018 ha sido un año de consolidación de derechos.
Comenzamos el año dejando atrás las mezquindades, abusos y faltas de respeto de ASISPA. De esta forma acabamos tanto con la cicatería extrema en medios materiales como con el más que enrarecido clima laboral.
Empezamos 2018 acabando con las escenas dantescas de gente durmiendo en el suelo y estrenando butacas (aunque con la campaña de frío hayan reaparecido las colchonetas). Por otra parte, hemos acabado con la pesadilla del personal "correturnos", consolidándose unos horarios laborales normalizados.
En los primeros meses también estrenamos los nuevos servicios y duchas (eran inhumanos), junto a la reforma de la zona de pernocta. También se acabaron las constantes plagas de insectos. A su vez, desde el 1 de enero se nos aplicó por fin el Convenio de Acción e Intervención Social, ya que el Ayuntamiento incluyó este punto en los nuevos pliegos. Se tenía que haber aplicado desde su publicación, como ratificó la sentencia contra ASISPA.
Además, durante 2018 se ha consolidado el derecho a una alimentación digna y adecuada para las personas atendidas en La Rosa, tras el susto de los bocatas.
Y para finalizar el año, una gran noticia. Por fin tenemos confirmación por escrito del Área de Equidad del inicio de las obras (construcción de un centro nuevo en la zona de "Cristalera" y reforma de la zona ajardinada). Se iniciará los primeros días de abril, cuando nos trasladaremos a Pinar de San José. ¡Por fin!
Y en el plano laboral, hemos ganado el conflicto colectivo contra Grupo 5, que andaba haciendo el trilero con el abono de los complementos.
Tenemos mucho que celebrar, pero queda muchísimo por hacer. Hasta que no estrenemos nuevo centro, no podemos bajar la guardia. E insistimos: tener que dormir en el suelo es terrible, pero dormir en butacas sigue siendo degradante. ¡Queremos camas, no butacas!
También vamos a seguir reclamando el reconocimiento que merecemos como profesionales el equipo de Auxiliares. El Ayuntamiento tiene que reconocer las funciones que hacemos y las que queremos hacer, como Integradores Sociales. Además, ASISPA nos sigue debiendo más de 300000 €. Ya están interpuestas las demandas, donde además de los atrasos, vamos a pelear judicialmente el reconocimiento de la categoría.
Somos conscientes de que nuestra fortaleza es posible por la solidaridad que hemos recibido desde el principio. Una lucha aislada es mucho más difícil de ganar. Por tanto, asumimos nuestra lucha como una más en el marco de la lucha general por una Intervención Social pública y de calidad. Por eso nos hemos integrado en la Unión de Plataformas en Defensa de los Servicios Sociales y la Diversidad, participando activamente en las distintas movilizaciones que se han convocado. También sabemos que mientras los Servicios Sociales estén organizados buscando el lucro empresarial, no lo lograremos. Por eso seguiremos luchando por la gestión directa de los servicios públicos.