Historia de la Intervención Social en España

Se puede estar o no de acuerdo con sus planteamientos. Pero el MAESTRO Enrique siempre invita a la reflexión, no dejando a nadie indiferente. A continuación reproducimos su reciente conferencia Historia de la Intervención Social en España.

Enrique Martínez Reguera es filósofo, psicólogo, pedagogo y escritor. Habiendo ejercido durante más de cuarenta años como educador de niños y jóvenes marginados, ha escrito varios libros sobre esa misma educación.​ Ha luchado en pro de la dignidad de niños y jóvenes, y fruto de esta labor educativa ha colaborado en la fundación de las madrileñas Coordinadora de Barrios y Escuela sobre Marginación.

Orgullo Loco 2019

Las palabras loco y loca tienden a volverse conflictivas, incluso para alguna de las personas que formamos el colectivo de afectados por problemas de salud mental, ya que habitualmente se les otorga cierto sentido peyorativo.

La psiquiatría no les ha dado un valor o peso científico y, como consecuencia, creemos que la locura es altamente desconocida para la mayoría de los profesionales; quiero decir con esto que la psiquiatría tradicionalmente se ha centrado en los síntomas y los diagnósticos y no en realizar un seguimiento de las fortalezas y demás cualidades de las personas diagnosticadas, con el fin de empoderarlas. Si además del sentido negativo que tiene para algunas personas se les añade el concepto de orgullo la conflictividad se amplifica.

A pesar de todo, hemos optado por unir estos dos conceptos (orgullo y loco) como señal de rabia y de indignación por el mal trato que recibimos, ya que en muchas ocasiones se violan nuestros derechos fundamentales como seres humanos. Se trata de tomar la injuria y hacerla nuestra con objeto de utilizarla de manera irónica y desenfadada.

No obstante, orgullo loco cobra otros sentidos para nosotras: no se trata de estar orgullosas de nuestro sufrimiento ya que no somos tontas (loquitas sí, pero tontitas no) y entendemos que eso no tiene mucho sentido. La cuestión es que dado que es posible nuestro empoderamiento –y es por ello por lo que luchamos, entre otras cosas– podemos llegar a conseguir estar orgullosas de nuestras propias vidas o, al menos, de nosotras mismas a pesar de ellas.

Entendemos que el orgullo nos puede dar la energía suficiente para reivindicar otros fines necesarios para nosotras, como lo son la no violación de nuestros derechos fundamentales y la obtención de los apoyos precisos para no sentirnos discapacitadas en esta sociedad que nos discrimina. De ahí nuestro lema de este año: "el orgullo lo cura".

El Día del Orgullo Loco tiene mucho sentido para nosotras, y lo afrontamos con ilusión porque es consecuencia de nuestros esfuerzos por conseguir la emancipación.

Después de la salida de nuestro colectivo de los manicomios tradicionales, gracias a la reforma psiquiátrica, hemos pasado a estar en una situación en principio más favorable, pero que finalmente entendemos como paternalista y asfixiante, por parte tanto de profesionales como de nuestros propios familiares.

Creemos que no es posible nuestro empoderamiento si estamos muy medicados y si las decisiones las atoman otras personas en lugar de nosotras. Salta a la vista que sin nuestra particular iniciativa no lograríamos nunca impedir que se violen nuestros derechos fundamentales como seres humanos.

Gracias a que somos conscientes de nuestra capacidad para hacer las cosas por nosotras mismas logramos cierta autoestima, y es por ello que nos agarramos al concepto de orgullo para decir a profesionales y familiares: basta ya de recibir este trato que atenta contra nuestra dignidad como personas. Se nos niega el derecho a la información, por lo que no podemos decidir aquello que consideramos que es lo mejor para nosotras, y se nos imponen tratamientos como consecuencia del colapso de las alternativas.

Las alternativas que demandamos están encaminadas a protegernos de la violación de los derechos como seres humanos. Es decir, si se nos atendiera desde una práctica que tuviera en cuenta nuestra problemática de tipo psicosocial, los fármacos, que no son inocuos, cobrarían un papel secundario en nuestro tratamiento.

Abordar nuestros problemas desde el punto de vista psicosocial lograría un mayor conocimiento sobre la locura y sobre nuestras distintas realidades como sujetos y se nos podrían aplicar las distintas soluciones que cada cual requiriese. Esto llevaría también a que la violencia que se ejerce contra nosotras (ingresos involuntarios, contenciones química y mecánica, etcétera) dejaría de tener sentido para los distintos profesionales, porque consideramos que es fruto en gran medida del mal conocimiento que se tiene de nosotras.

El conocimiento que se genera desde las distintas disciplinas científicas termina calando en la sociedad, y estamos convencidas de que es la falta de profundidad a la hora de explicar la locura por parte de estas, lo que termina creando no es solo nuestro descontento hacia los profesionales que se supone que tienen en sus manos estos conocimientos sino también hacia la sociedad que los reproduce y como consecuencia nos discrimina.

Queremos trasladar nuestro descontento con el sistema capitalista. Pensamos que el colapso de alternativas a la visión biologicista de los trastornos mentales tiene, de fondo, importantes intereses económicos.

La solución que aporta la psiquiatría tradicional a nuestro colectivo se basa en los fármacos, y el beneficio económico producido a la industria farmacéutica por ello es enorme. Esta se beneficia de tal modo que se permite financiar numerosos estudios científicos que amplían el argumentario en torno a la explicación biológica de los problemas mentales, con lo cual la psiquiatría tradicional se convierte en la portadora del discurso dominante en relación a los problemas de salud mental, con lo que ello conlleva en perjuicio de nosotras.

Con nuestra gente

Era el cierre de campaña. Por eso el pasado viernes estuvimos con nuestra gente. En la calle, en las plazas (¿os acordáis? porque no hace tanto). Haciendo política.

Desde #AcampadaMinisterio nos invitaron a participar en la Jornada de Debate Social. Allí estuvimos junto a las personas sin hogar que llevan más de un mes acampadas en el Paseo del Prado y junto a numerosos colectivos que se han solidarizado con esta lucha, como la PAH, Marea Básica, Invisibles o Solidarios por el Desarrollo. Por supuesto, los compañeros de Chupano no podían faltar.

Hablamos de desahucios (que siguen existiendo aunque la televisión ya no hable del tema), de las titulaciones hipotecarias o de cómo los fondos buitre se están haciendo con las viviendas sociales y los servicios públicos.

Y claro está, también analizamos la realidad de la red municipal de atención a personas sin hogar. Muy duras críticas surgieron a un sistema que parece más diseñado para invisibilizar y controlar a las personas sin hogar que para ayudar a poner solución a sus precariedades. Y que además se ha convertido en un fabuloso negocio para la patronal del sector y la Iglesia.

A través de nuestra experiencia de estos años en La Rosa en Lucha, llegamos a la conclusión de la necesidad de confluir, de materializar la comunión de intereses que tenemos profesionales de los Servicios Sociales y las personas que atendemos (aunque no siempre lo tengamos presente). Si te interesa el tema, lo tienes fácil. Pásate por la acampada y pregúntale a los directamente afectados. Allí siguen.

Jornada de debate social

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Todo llega. También San Martín

Así es. Ya llegaron las obras, después de mucha lucha. El primer paso en la dignificación de las condiciones de vida de las personas que atendemos en La Rosa. 

Y también llegan los juicios contra Asispa. Este lunes tenemos el primero en el que se plantea la cuestión de la categoría profesional del equipo de Auxiliares de Servicios Sociales (los últimos no serán hasta el año que viene). El reconocimiento o no como integradores sociales, a través de la categoría profesional.

No son los únicos juicios contra Asispa, deben dinero a toda la plantilla, independientemente de su categoría, ya que se negaron a aplicar el convenio (les ganamos el juicio una vez huida la empresa de la gestión del centro, e incluso en los casos en los que no cabe discusión posible, se han negado a asumir su deuda, obligando a judicializar algo con resultado incuestionable). Pero en los primeros no solo nos jugamos el dinero (que no es poco y es nuestro). También nos jugamos, indirectamente, el modelo de intervención en los centros.

Nos vemos obligados a explicar que llegar hasta aquí, hasta los juicios, supone un fracaso. Del Ayuntamiento de Madrid. Los responsables municipales de la red de atención a personas sin hogar han tenido claro desde el principio que la atención debe ser meramente asistencialista (idea que comparten las empresas del sector, más allá de sus grandilocuentes discursitos mercantiles vestidos de seda), no teniendo cabida en sus planteamientos el abandono del control social y la beneficencia, para avanzar hacia una intervención social inclusiva e integradora. 

Pero también llegar hasta aquí supone un éxito. De la plantilla. Porque el conflicto, como no podía ser de otra manera, se ha expresado en tensiones internas en el equipo. Pero siempre se ha mantenido unida. La firmeza del "equipo técnico" (educadoras, trabajadoras sociales y DUEs) en su apoyo al "equipo de auxiliares" y sus reivindicaciones ha sido ejemplar, y clave para que el conflicto haya llegado vivo hasta los juzgados. Por eso, dicten lo que dicten los tribunales, ya hemos ganado mucho. Y pase lo que pase el domingo en las elecciones, vamos a seguir luchando por el reconocimiento de la figura del Técnico Superior en Integración Social en la red y por la remunicipalización de los centros y demás recursos, porque la solución a nuestros males es política.

El maltrato de CEAR expulsa a representante de CCOO

CEAR ha vuelto a hacerlo, mortificando con un nuevo traslado a nuestro compañero JMV,  delegado de CCOO en la entidad y miembro de la Ejecutiva del Sector de Intervención Social de Madrid de la FSC-CCOO.  El mes de noviembre de 2018 CEAR-Madrid le cesó –por primera vez- de su puesto de coordinador del Proyecto ICI de Getafe, degradándole salarial y profesionalmente. Este mes lo replica.  

Nos movilizamos contra aquella decisión que consideramos tremendamente injusta y  la recurrimos ante los tribunales sin dejar de trabajar para solventar el conflicto mediante la negociación.  Sin embargo, CEAR se enrocó en sus posiciones e incluso puso encima de la mesa la posibilidad de un nuevo recorte salarial a nuestro compañero si se seguía adelante con la defensa de sus derechos.

La Justicia reparó este exceso, obligando a CEAR- Madrid a la restitución de nuestro compañero en su puesto de trabajo con las mismas condiciones y retribuciones, por no estar justificada tal modificación.

Sin embargo, CEAR no podía soportar que quien se había enfrentado a las injusticias en la entidad, quien le había plantado cara defendiendo los derechos laborales (los suyos y los de sus compañeras y compañeros) y le había ganado en los tribunales permaneciera indemne. Una nueva amenaza le esperaba.

Dos días después de la reincorporación en su puesto CEAR notificó  de nuevo traslado forzoso a JMV con deterioro salarial y profesional, y ello,  pese a tener dos vacantes que se ajustaban a su perfil profesional. Nuestro Comité de Empresa buscó que se ofreciera una reubicación digna y acorde a su cualificación y trayectoria, pero se topó con una decisión tomada desde la cúpula de CEAR que pretende ser ejemplarizante.

Nuestro compañero ha optado por la extinción de la relación laboral, con la correspondiente indemnización, en lugar de seguir sometiéndose a los abusos y excesos de CEAR.

Éste ha sido un proceso duro y desgastador para nuestro compañero y toda nuestra representación de CCOO en CEAR-Madrid, que ha sido sometida a mucha presión, pero que seguirá firme e inalterable en la defensa de los derechos de la plantilla de CEAR, aunque echando de menos –seguro- a un referente de CCOO en CEAR y en el Sector de Intervención Social,  JMV, luchador y sindicalista hasta la médula.

CEAR es una entidad que dice trabajar para que España sea un país de refugio mientras no solo no es capaz de tolerar que se defiendan las garantías y los derechos de las personas que trabajan para ella, sino que las mina y hostiga.

Queremos subrayar como Sector de Intervención Social nuestra total repulsa hacia estas prácticas de CEAR y expresar toda nuestra solidaridad y apoyo al compañero.

Sector de Intervención Social FSC- Madrid

Lope de Vega, 38 4ª planta - 28014 Madrid

intervencionsocial@usmr.ccoo.es www.fsc.ccoo.es/madrid

Prioridades

En la vida hay que priorizar. ¿Qué es lo importante? ¿Qué es lo urgente y qué es lo necesario? Pues en nuestro trabajo también. O así debería ser.

¿Qué es lo urgente, la falta de plazas que obliga a cientos de personas a dormir en la calle o que los trabajadores de los centros no estén sentados para dar imagen de dinamismo en los mismos?

¿Qué es lo necesario, que los colchones sean ignífugos o que el cartel con el número de la habitación esté plastificado?

En definitiva, ¿qué es lo importante, el postureo o la eficacia? ¿La calidad del servicio o salir guapos en la foto? Los responsables de la red municipal de atención a personas sin hogar lo tienen claro. Y no solo ellos. Aquí tenemos la entrega del premio del Samur Social al presidente del Grupo Los Nogales. ¡Guapos!

Escucha activa

Quienes trabajamos en Servicios Sociales hemos escuchado esta expresión miles de veces. Lo mismo ocurre con eso del empoderamiento. Generalmente presumimos de hacer uso de lo primero buscando lo segundo. Pero en realidad, ¿siempre es así?

La escucha activa consiste en escuchar con conciencia plena, concentrándonos en el mensaje que nuestro interlocutor nos quiere comunicar, para entenderlo sin sesgos.

Empoderamiento es el proceso por medio del cual se dota a un individuo, comunidad o grupo social de un conjunto de herramientas para aumentar su fortaleza, mejorar sus capacidades y acrecentar su potencial, todo esto con el objetivo de que pueda mejorar su situación social, política, económica, o psicológica.

Tenemos la oportunidad de demostrar que sí es así. Un grupo de personas sin hogar está en pleno proceso de empoderamiento: han acampado en el Paseo del Prado de Madrid para visibilizarse y reclamar sus derechos. ¡Qué mejor manera de fomentar el empoderamiento de un colectivo que apoyar su lucha!

Y así, también tendremos ocasión de practicar la escucha activa. Porque tienen mucho que decirnos sobre cómo funcionan los diferentes servicios y recursos destinados a atender la emergencia social y el sinhogarismo. Para todo esto, sólo tenemos que acercarnos por el Ministerio de Sanidad, Consumo y  Bienestar Social. No preocuparse que se les ve. Cada vez son más.