Las trabajadoras y los trabajadores de Grupo 5 en lucha organizan este acto público para dar a conocer las consecuencias de la entrada de fondos buitre en nuestros servicios sociales. Así, en los Centros de Atención a la Infancia gestionados por esta empresa, con la complicidad del Ayuntamiento de Madrid, cobran un 20% menos que las plantillas de los demás CAIs. Nos explicarán no sólo como les afecta al equipo de profesionales esta precariedad, sino también cómo afecta a las familias a las que atienden. Como desde el Comité de Empresa afirman, la solución pasa por la remunicipalización del servicio. ¡Nos vemos en Vallecas!
domingo, 21 de noviembre de 2021
viernes, 19 de noviembre de 2021
Solidaridad con la huelga del metal en Cádiz. ¡Viva la lucha de la clase obrera!
jueves, 18 de noviembre de 2021
martes, 16 de noviembre de 2021
Manifestación de apoyo a la lucha de las compañeras de Ayuda a Domicilio
TRABAJADORAS DEL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO EN LUCHA
Un grupo de trabajadoras del Servicio de Ayuda a la Dependencia en el domicilio (SAD) llevamos acampadas en la puerta del Ministerio de Trabajo desde el pasado 1 de noviembre, reclamando:
- Que en nuestro sector se cumpla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
- La rebaja del epígrafe de jubilación.
- La remunicipalización del servicio.
- Jornadas agotadoras con contratos parciales y sueldos de miseria.
- Enfermedades y lesiones no reconocidas.
- Explotadas por unas empresas privadas que lo único que buscan es su beneficio a costa de degradar el servicio y las condiciones laborales de las trabajadoras.
miércoles, 10 de noviembre de 2021
sábado, 6 de noviembre de 2021
Escandalosa situación en los Centros de Atención a la Infancia de Grupo 5
Álvaro Prieto, secretario general del Sector de Intervención Social de la FSC-CCOO de Madrid, es educador social en un CAI (Centro de Atención a la Infancia) del Ayuntamiento de Madrid. Nos cuenta la situación actual que viven las plantillas de los CAI privatizados y gestionados por Grupo 5. Una vergüenza.
miércoles, 27 de octubre de 2021
Cínicos Sin Fronteras
Hoy 28 de octubre el cinismo
inunda las calles de Madrid. Para conmemorar el Día de las Personas Sin Hogar,
los responsables de erradicar el sinhogarismo (Ayuntamiento y Comunidad de
Madrid) nos “movilizan” contra ellos mismos para denunciar su mala gestión, a
través de la patronal beneficiaria de la privatización de los servicios
sociales: FACIAM (la Iglesia Católica) y fondos buitre como Grupo 5 (que sólo
en 2019 repartió 26 millones de euros en dividendos).
Hoy, quienes obtienen beneficios
multimillonarios vampirizando el dinero público destinado a atender a las
personas en situación de vulnerabilidad social, denuncian la falta de recursos
públicos para atender a estos colectivos.
Hoy, quienes niegan el derecho a
la movilidad a las personas sin hogar se lo “exigen” a sí mismas. Con lo fácil
que sería facilitar abono transporte a las personas sin recursos económicos.
Hoy, quienes mantienen a cientos
de personas malviviendo en las calles de Madrid por falta de plazas en los
albergues, “gritan” NadieSinHogar. Quien cada día niega el derecho a techo, hoy
se lo “exige” a sí mismo.
Hoy, quienes desprofesionalizan
la red de atención a personas sin hogar no reconociendo a las y los Técnicos
Superiores en Integración Social nos hablan de excelencia. Quienes estafan a la
ciudadanía vendiendo proyectos que nunca se llevan a cabo pero que sirven para
justificar contratos millonarios nos hablan de calidad en la intervención
social.
Hoy, quien se lucra de
“gestionar” la pobreza ajena nos pide ser solidarios. Basta de demagogia.
¡Fuera fondos buitre de los servicios sociales!
El sinhogarismo tiene solución:
cumplir el artículo 47 de la Constitución: “Todos los españoles tienen derecho
a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán
las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer
efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el
interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las
plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Todo lo
demás son falacias para mantener el negocio.
jueves, 21 de octubre de 2021
Nuestra precariedad llega al Ayuntamiento
domingo, 10 de octubre de 2021
Día de la Salud Mental
Hemos llegado al Día de la Salud Mental inmersos en una campaña propagandística del gobierno, con un anteproyecto de ley (que parece bienintencionada, aunque todo apunta a su insuficiencia, ya veremos en qué queda) y el anuncio de más inversiones. ¿Pero quién terminará quedándose ese dinero? Nos quedamos con la imposición de ratios mínimas de profesionales de salud mental en la sanidad pública y el anuncio de la creación de la especialidad de psiquiatría infantojuvenil, perpetua reivindicación del mundo de la psiquiatría.
Como ha desvelado Infolibre estos días, la atención en salud mental está en manos de órdenes religiosas y fondos buitre, como las residencias de mayores. Y el proyecto de ley nada dice sobre revertir esta realidad. Mientras todo gire en torno al negocio, de poco valdrán las buenas intenciones.
Lo mismo sucede con el anunciado teléfono para prevenir el suicidio ¿quién lo "gestionará"? Pero además, mientras no cambien las condiciones materiales de vida, poco se podrá hacer. Por mucho que el relato liberal, y su correlato biomédico, traten de individualizar los problemas, que el suicidio sea la primera causa de muerte no natural (por encima de los accidentes de tráfico) indica su carácter social. Junto a medidas sanitarias, son imprescindibles las medidas sociales para combatir esta lacra. Nada nuevo aunque se haya intentado ocultar desde siempre: "El número de suicidios, debe ser considerado como un síntoma de una organización social deficiente, porque es justamente en época de crisis, de detención de la industria, de encarecimiento de los alimentos y de duros inviernos, cuando este síntoma es más evidente y adquiere carácter epidémico" (Acerca del suicidio. Karl Marx, 1846).
Eso sí, esta futura ley incluye por primera vez la salud mental como un problema derivado del entorno laboral, modificando la Ley de Prevención de Riesgos Laborales con un añadido: "El empresario adoptará las medidas de prevención, vigilancia y control necesarias para garantizar la protección de la salud mental de las personas trabajadoras, realizando de forma regular, reglada y conocida por las y los Delegados de Prevención las evaluaciones de riesgos psicológicos y sociales relacionados con cada puesto. Se promoverá el derecho efectivo a la desconexión digital, la promoción de un ambiente saludable de trabajo y el mantenimiento del bienestar emocional de las personas trabajadoras, prestando especial vigilancia en los casos de acoso". Sin duda un paso adelante, pero veremos en qué queda.
Por otro lado, el anteproyecto de ley es una nueva ocasión perdida para consolidar el tratamiento basado en los derechos humanos. Es cierto que apunta en la buena dirección, suponiendo un evidente paso adelante. Pero sigue dejando la puerta abierta a los abusos y los "tratamientos" claramente iatrogénicos. Por ejemplo, las contenciones mecánicas. El anteproyecto aboga por una regulación más estricta, tendente a su abolición, pero no se prohíbe. No se trata de atar mejor, sino de no atar. Porque se puede. Reino Unido o Islandia ya lo han hecho.
Y es que es algo evidente, la única manera de evitar las consecuencias (muertes todos los años incluidas) y el sufrimiento que la contención mecánica necesariamente conlleva, es no atando. Esta práctica es tan desconocida por la sociedad como habitual no sólo en salud mental, sino en otros muchos sectores y recursos como residencias de mayores, centros de menores, residencias de atención a discapacidad, prisiones...¿No resulta llamativo que cárceles, centros sanitarios y residencias de servicios sociales utilicen las mismas "herramientas terapéuticas"? Todo esto forma parte de la llamada cultura de la coacción. Sí, también necesitamos un cambio cultural en nuestros sectores sociosanitarios. El despotismo ilustrado del "es lo mejor para tí" debe dar paso a un tratamiento realmente respetuoso y empoderante, donde la persona sea la protagonista de su propio proceso, de su vida.
De hecho, asociaciones de personas psiquiatrizadas como Primera Vocal o Locomún llevan años exigiendo 0contenciones. Pero también colectivos y asociaciones profesionales, como la Asociación Española de Neuropsiquiatría y la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental.
En la misma línea que estas organizaciones, desde la Confederación de Salud Mental España se afirma que "Las medidas coercitivas no respetan en ningún caso los derechos humanos y por supuesto no son terapéuticas. Estamos en un punto en el que hay que poner el énfasis en la búsqueda de medidas alternativas para una atención adecuada, que no atente contra la dignidad y la libertad de la persona”. Incluso desde el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) indican que las contenciones mecánicas “violan de modo abrumador los derechos humanos fundamentales, como el de la libertad personal, el de no recibir tratos inhumanos o degradantes y el de preservar la dignidad individual. Se trata de una práctica aberrante que niega el contenido esencial de esos derechos. Ni ética, ni jurídica, ni social, ni médicamente pueden ser aceptados o tolerados. Las medidas coercitivas suponen un sufrimiento psíquico traumático, que puede romper los vínculos terapéuticos".
No queda lugar para las dudas. Pero por si acaso, nunca está de más recordar que la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las Personas con Discapacidad prohíbe estas prácticas desde 2006. O que el Relator Especial contra la tortura ha presentado varios informes ante la Asamblea General de la ONU denunciando que la práctica de inmovilizaciones no cuenta con justificación terapéutica y constituye un trato cruel y degradante. En su informe de 2017 indica que "se deberían ampliar las intervenciones psicosociales eficaces en el ámbito comunitario y abandonar la cultura de la coacción, el aislamiento y la medicalización excesiva” y facilitar así “la transición hacia la erradicación de todos los tratamientos psiquiátricos forzosos y el aislamiento” que conlleve “un cambio de paradigma basado en la recuperación y la atención comunitaria”.
Todo profesional relacionado con la salud mental debería leer el Manifiesto de Cartagena.
Queremos terminar en positivo. Porque sí se puede actuar de otra manera, respetando los derechos de las personas. Por eso terminamos con el trabajo de la geriatra Ana Urrutia, que está cambiando el mundo de la atención a nuestros mayores. El vídeo "Quitadme las cadenas blancas. Cuidar dignamente sin sujetar" es imprescindible.
jueves, 7 de octubre de 2021
¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden!
Es necesario dar en las calles la
respuesta que se merece el anteproyecto de ley de nueva Reforma del Sistema de
Pensiones aprobado en julio por el Gobierno. Bajo la envoltura demagógica de
garantizar la revalorización de las actuales pensiones, quieren colarnos nuevos
retrasos en la edad de jubilación y un sistema de descuentos por anticipo de la
jubilación que recortará las futuras pensiones de cientos de miles que hoy
siguen en activo.
Mintiendo descaradamente, el
ministro Escrivá anuncia que se deroga el factor de sostenibilidad que
amenazaba la cuantía futura de las pensiones. ¡No es verdad! Se limitan a
cambiarlo de nombre, Factor de Equidad Intergeneracional. Pero bajo este
rimbombante nombre se ocultan las mismas intenciones de la reforma de pensiones
del PP: hacer recaer sobre los bolsillos de los pensionistas los costes de la
crisis de su sistema.
¡No lo vamos a permitir!
¡Defendamos en las calles las pensiones y los servicios públicos!
Lee el comunicado de Sindicalistas de Izquierda
miércoles, 6 de octubre de 2021
Hijos de Dios
Mañana, en el Festival de Cine de Madrid, emiten Hijos de Dios, un largometraje sobre nuestra gente. Poco más que decir, mejor que hable el director, Ekain Irigoien.
sábado, 2 de octubre de 2021
2 de octubre, Día Internacional de la Educación Social
El 2 de octubre se celebra el Día de la Educación Social. Una profesión tan bonita como complicada. Al igual que Trabajo Social, Integración Social y demás profesiones del gremio, trabajamos directamente con personas en situación de dificultad, por lo que asumimos una gran responsabilidad. Penas y alegrías se suceden en nuestro día a día.
Y además, las penurias y las precariedades (nunca tocan risas) llegan cada fin de mes, cuando vemos que esa gran labor que nos empeñamos en decir que hacemos, nunca es recompensada. Porque esa gran labor, salga bien o salga regular, siempre repercute en los mismos. De forma multimillonaria además. Y todo con dinero público.
Hoy, además de celebrar lo bonita y vocacional que es la Educación Social, podemos aprovechar para exigir unas condiciones laborales dignas en el sector (seguimos siendo de los peor pagados y con contratos más precarios del mercado laboral).
A lo mejor, si algún día se nos dejara de henchir el pecho y llenar tanto la boca para decirnos lo profesionales que somos, y nos reconocieramos un poco más como trabajadoras y trabajadores precarios, otro gallo nos cantaría. Y a nuestros usuarios y usuarias también. Igual así los "momentos de vida" nos permitirían pagar la luz.
lunes, 27 de septiembre de 2021
28S: Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible
Hoy 28 de septiembre se celebra el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible. Y es que la situación real sigue siendo lacerante. A pesar de los grandes avances gracias a la lucha feminista, queda mucho por hacer. Asistimos a una ofensiva global de la extrema derecha contra los derechos de las mujeres. También en España. Que en 12 provincias (entre ellas Madrid) sea imposible abortar en la Seguridad Social, o que grupos de fanáticos religiosos acosen a las mujeres en tal difícil trance, reflejan la necesidad de organizarse y seguir luchando (Violencia, tortura y machismo para ejercer nuestro derecho al aborto ¡basta ya!)
jueves, 23 de septiembre de 2021
Impresentables. Huelga otra vez en los Centros de Atención a la Infancia de Grupo 5
Nuestro precario sistema de bienestar social se enfrenta a un continuo desgaste, erosionándose día a día a través de la privatización de los servicios sociales. Convertir derechos de la ciudadanía en negocio pone en jaque su propio objetivo.
Las políticas de externalización de servicios han fracasado en todos los ámbitos y sectores (las facturas de la luz y demás suministros básicos son un doloroso ejemplo). El sector de la Intervención Social no íbamos a ser la excepción.
Primero nos precarizaron con el invento de la colaboración público privada, dejando el grueso de nuestros servicios sociales en manos de la patronal del "buenismo" oenegero (tercer sector) y del entramado católico. Y desde hace unos años nos están deshuesando. El pastel del dinero público es tan grande que finalmente el olor llegó a los grandes depredadores. Los fondos buitre están aquí, sobrevolando los restos del estado de bienestar. Como buenos carroñeros, dejarán bien limpios los cadáveres (proyectos, programas y servicios sociales especializados) a base de maltratar a las plantillas y recortar en los servicios. En definitiva, vampirizando el dinero público destinado a la atención de las personas más vulnerables.
Obviamente esto sólo es posible gracias a la complicidad de las distintas administraciones (ayuntamientos y comunidades autónomas) en el negocio, que en esto consiste lo de la colaboración público privada, en garantizar el trasvase del dinero de todos a las cuentas de unos pocos.
En este caso los moribundos somos los Centros de Atención a la Infancia. Gracias al Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social (con Pepe Aniorte al frente), aquellas que día a día luchamos porque las niñas, los niños y adolescentes puedan estar al cuidado de sus padres, aquellas que nos dejamos la piel sujetando situaciones críticas, acompañando dolorosas separaciones y poniendo la cara las mil y una veces que el sistema termina fallando a las familias, vivimos en la más absoluta precariedad. Gracias al Ayuntamiento de Madrid Grupo 5 se está haciendo de oro, pagando un 20% menos a quienes tenemos la desgracia de trabajar en un servicio gestionado por estos pájaros.
Perdemos calidad de vida y compañeras que se ven obligadas a huir de aquí para poder vivir decentemente, y ganamos ansiedad, presiones y depresiones.
Pero no somos las únicas damnificadas. Las familias que atendemos, acompañamos y apoyamos, también lo son. Expuestas a un carrusel eternamente cambiante de profesionales fruto de la precariedad, viendo interrumpidas las relaciones de ayuda tan necesitadas de estabilidad.
Exigimos al Ayuntamiento de Madrid que como responsable del sistema vele porque los servicios que presta a la ciudadanía tengan unas condiciones mínimas para poder ser prestados. Que las empresas se gasten el dinero en las plantillas y en las familias, no en el lucro empresarial más obsceno (Grupo 5 tiene registrados 37 millones de euros entre 2018 y 2019, de los cuales se embolsó como dividendo el fondo de inversión que está detrás 26 millones en 2019). Por ello volvemos a la huelga el próximo 27 de septiembre. Y por ello convocamos una nueva concentración frente al despacho de los culpables de esta locura.
Lunes 27 de septiembre
11:00
Frente al Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social
(Paseo de la Chopera, 41)
miércoles, 22 de septiembre de 2021
Cuando te dejan morir por pobre
Que la pobreza mata es una obviedad. Pero pocas veces tan evidentemente. Koldo ha fallecido. En realidad le han dejando morir unas instituciones carentes de humanidad y sobradas de aporofobia. Esta vez el crimen ha sido en Gasteiz.
Enfermo crónico de 55 años, fue desahuciado de su casa, donde vivía con su madre, al no poder hacer frente a la hipoteca. Su madre fue derivada a una residencia geriátrica, pero él se quedó en la calle, desde Servicios Sociales no le ofrecieron ninguna alternativa (salvo algunas pernoctas en el albergue para personas sin hogar, teniendo que abandonarlo a las 8 de la mañana). No tuvo que deambular ni pernoctar en la calle porque se fue a vivir a un local de su propiedad (un bar ya sin actividad).
Diagnosticado de estenosis aórtica, el Servicio Vasco de Salud se negó a operarle al carecer de una vivienda adecuada en la que pasar el postoperatorio. Y en estas aparece la policía para decirle que tiene que dejar de vivir en el bar. El Ayuntamiento (el mismo que no le da ninguna solución a su situación) le ordenó "el cese definitivo del uso vividero del local", cursando la amenaza de "que el incumplimiento de la orden dada por esta administración dará lugar mientras persista a la imposición de sucesivas multas coercitivas por plazo de un mes y cuyo importe será de 600 euros". Multas que no han llegado a hacerse efectivas. Koldo ha muerto 13 meses después de ser desahuciado a causa de la enfermedad de la que no fue tratado por no tener casa (porque se la quedó el banco al no poder seguir pagando por estar enfermo).
En estos 13 meses de agonía, la única actuación institucional seria fue mandar a la policía a multarle si insistía en no dormir en la puta calle.
Su caso lo conocemos porque él mismo lo hizo público, desesperado, el pasado mes de mayo, con el apoyo de la Iniciativa por el Derecho a Techo y Contra la Exclusión Social de Gasteiz. ¿Pero cuantas personas morirán así, abandonadas y hostigadas por las instituciones? Nunca lo sabremos. Ya se encargarán de ello las instituciones.
Y es que esto es lo que hay. En esta sociedad de clases y clasista, ni en los servicios públicos, gratuitos y universales, se trata igual al pobre y al rico. Al menos que se sepa (noticia en El Salto)
sábado, 18 de septiembre de 2021
24-S: Huelga estudiantil ¡el capitalismo mata el planeta!
Ningún rincón del planeta escapa de la destrucción medioambiental a la que nos condena el sistema capitalista. Los terribles incendios en Grecia, Turquía, Siberia o California, las olas de calor que han barrido Canadá y la costa oeste de EEUU dejando cientos de muertos y millones de peces asfixiados por el calentamiento oceánico, el deshielo del territorio ártico -a principios de agosto el casquete glaciar que cubre Groenlandia ha perdido aproximadamente 8.000 millones de toneladas al día-, terremotos en Haití, inundaciones en Alemania, Bélgica y China... son la crónica de una catástrofe que avanza a un ritmo imparable.
La proliferación de virus y pandemias, como la de la Covid-19, está plenamente ligada a la destrucción de la biodiversidad, sometida a la ley del máximo lucro que las multinacionales imponen al medio ambiente.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPPC) de la ONU es demoledor: “muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, si no en cientos de miles de años”. Sin embargo, el cambio climático no es un castigo divino. Es el resultado de la actuación destructiva del modo de producción capitalista sobre el ecosistema, y de la complicidad de los Gobiernos que sostienen la llamada economía de mercado.
Catástrofe climática, catástrofe capitalista
Los datos sobre la responsabilidad que tienen las grandes empresas y oligopolios en la destrucción del planeta ya no se pueden ocultar más. Los culpables de esta situación no es la “humanidad” en general, son los capitalistas: 20 empresas de combustibles fósiles generan un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y 100 multinacionales emiten el 80% de CO2.
Todos los Gobiernos, ya sean abiertamente de derechas o autodenominados socialdemócratas, insisten una y otra vez en que se están tomando medidas para frenar el cambio climático. ¡Qué mentira más despreciable! Las cumbres climáticas, desde el Acuerdo de París a la COP25 en Madrid, han fracasado porque están organizadas y controladas por los mismos que arrasan el planeta para llenarse los bolsillos.
Las declaraciones y propaganda ecologista de las empresas eléctricas, gasistas y petroleras, de los bancos o las grandes firmas textiles y agroalimentarias son un completo fraude. Lo "verde" está de moda en todos sus anuncios, pero no es más que una triquiñuela descarada para embaucar a la opinión pública. Palabras cínicas para descargar el peso de su actividad criminal sobre los hombros de la población, y escurrir el bulto de su responsabilidad.
Así es la lógica del capitalismo: el máximo lucro de unos pocos por encima de las necesidades humanas, sociales y medioambientales de la mayoría.
Para salvar el planeta hay que romper con el sistema: ¡Huelga climática el 24-S!
El llamado ‘capitalismo verde’ es un auténtico timo y ha fracasado. Confiar en la acción de los Gobiernos y de las empresas para frenar el desastre que vivimos es un error. Sólo podemos basarnos en nuestras propias fuerzas y en nuestra capacidad de lucha y movilización. La juventud lo ha demostrado en estos años y lo vamos a seguir haciendo con más fuerza.
Por eso, desde el Sindicato de Estudiantes convocamos a todas las y los estudiantes a la huelga estudiantil climática global del próximo 24 de septiembre y llamamos a vaciar las aulas y llenar las calles en las manifestaciones que celebraremos a las 12h en las distintas ciudades del Estado español.
Ese día volverá a ser una jornada de lucha impresionante, con millones de jóvenes en las plazas de todo el mundo.
Sólo poniendo fin a la opresión capitalista, nacionalizado las grandes multinacionales bajo el control democrático de la población, la actividad productiva será planificada para cubrir las necesidades sociales acuciantes, garantizando la sanidad y la educación pública, la vivienda asequible y digna para todas y todos, el empleo sin precariedad ni salarios de miseria, y que sea respetuosa con el medio ambiente. Sólo con la transformación socialista de la sociedad lograremos preservar el medio ambiente de una destrucción segura y conseguiremos la justicia social y climática.
sábado, 11 de septiembre de 2021
11-S, el día que cambió el mundo
El 11 de septiembre cambió el mundo. Ese día volvió la barbarie, arrasando con todo. Efectivamente, el 11 de septiembre de 1973 cambió el mundo. Ese día, con el fascista Pinochet como brazo ejecutor, los Chicago Boys consiguieron imponer sus tesis neoliberales. Educados por Milton Friedman bajo el lema "el mercado siempre tiene razón", este grupo de economistas impulsaron el primer experimento neoliberal, que posteriormente se extendería por América Latina y después al resto del mundo. La privatización de todo, el saqueo de los países, se empezó a imponer, genocidio mediante, en Chile. Pero más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas...
Recomendamos encarecidamente el documental La Batalla de Chile, y dejamos el último discurso del presidente Salvador Allende, emitido en directo por Radio Magallanes mientras los asesinos bombardeaban el Palacio de la Moneda
martes, 7 de septiembre de 2021
Homofobia y fascismo es lo mismo ¡Movilízate!
Ocho nazis encapuchados agredieron ayer a un joven de 20 años en el barrio de Malasaña. La víctima fue asaltada y acorralada en su portal, sus agresores le cortaron el labio inferior con una navaja mientras le llamaban “maricón”, “asqueroso” y “comemierda” y, tras tumbarlo en el suelo y bajarle los pantalones, le grabaron con el cuchillo la palabra ‘maricón’ en el glúteo.
Este ataque es un ataque a todo el colectivo LGTBI, al movimiento feminista y a la juventud que nos hemos revelado ante todas las agresiones y asesinatos homófobos, señalando que homofobia y fascismo son lo mismo. ¡Si tocan a uno nos tocan a todos!
En las últimas 24 horas hemos vuelto a vivir el horror que supone la LGTBIfobia para miles de nosotras y nosotros. Además de la agresión en Malasaña, se ha denunciado un nuevo ataque en Velada (Toledo), una paliza homófoba y racista en Melilla y, en Castellón, un hombre amenazó a un grupo de personas con una pistola tras una concentración feminista. Y, además, la Fiscalía pide 13 años de cárcel para los nueve jóvenes de Sevilla que se manifestaron contra el autobús reaccionario de HazteOir. ¡Es una emergencia, nos están matando!
Tal y como denunciamos con el asesinato de Samu, este auge de las agresiones LGTBIfóbicas está totalmente relacionado con el discurso de la derecha y la extrema derecha, quienes nos colocan permanentemente en la diana y alientan la violencia contra nosotras y nosotros. Vox y el PP señalan, los fascistas nos agreden y asesinan y la justicia patriarcal lo consiente.
Por todo ello, hay dos convocatorias a las que no podemos faltar. El miércoles a las 20 horas y el sábado a las 19 horas, en Sol. ¡Fuera fascistas de nuestras calles! ¡No tenemos miedo!
martes, 31 de agosto de 2021
El Tribunal Supremo admite a trámite el recurso del asesino de Paz ¡Basta de justicia patriarcal!
Firma aquí la resolución de solidaridad con la familia de Paz exigiendo al Tribunal Supremo que no modifique la sentencia por asesinato
El pasado 8 de febrero el Tribunal Superior de Justicia de Asturias ratificaba la sentencia por el asesinato de Paz Fernández: 24 años de cárcel y 10 de libertad vigilada. Parecía ser el final del infierno por el que familia y allegados de Paz han tenido que pasar desde su desaparición en febrero de 2018.
Una pesadilla que comenzó con veintiún días de búsqueda hasta que apareció su cuerpo. Su asesino, con quien mantenía una relación sentimental, lo había arrojado desde un puente después de golpearla con ensañamiento y alevosía hasta matarla.
Luego vinieron más de dos años de nauseabunda campaña de criminalización contra Paz en diversos medios de comunicación con el fin de restar gravedad al crimen y preparar a la opinión pública para una sentencia irrisoria por homicidio (penado con un máximo de 15 años de cárcel), en lugar de ante lo que realmente estábamos, un asesinato (penado con hasta 25 años de cárcel).
Para que se hiciera justicia sólo nos quedaba un camino, la movilización en las calles. No podíamos confiar en la justicia patriarcal que desde el minuto uno, a través de la fiscalía y la abogacía del Estado, negaba el asesinato. Por ello levantamos la campaña Justicia para Paz: inundamos Gijón de miles de carteles y hojas, enviamos miles de firmas al Juzgado pidiendo que se reconociese el asesinato y durante la semana que duró el juicio nos concentramos y manifestamos a sus puertas.
Finalmente, un jurado popular emitía por unanimidad un veredicto demoledor; el crimen cometido contra Paz había sido asesinato y en 24 horas la fiscalía y la abogacía del Estado pasaron de pedir homicidio a asesinato. El abogado del asesino, que horas antes pedía la libre absolución y hablaba de muerte “accidental”, pasaba a pedir la pena mínima por asesinato. Unos días después llegaba la sentencia del juez: los 24 años de cárcel por asesinato.
El asesino recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Asturias pidiendo que se rebajase su condena de asesinato a homicidio y volvimos a la carga para defender la Justicia para Paz y continuamos la movilización, consiguiendo la ratificación de la condena.
Cinco meses después, otra vez en pleno verano, hemos conocido que el Tribunal Supremo, ha admitido a trámite otro recurso del asesino a través del cual nuevamente pide una condena por homicidio y que se elimine el agravante de desprecio de género para rebajar la pena a ¡12 años de cárcel!, lo que supondría que este asesino podría empezar a salir de la cárcel con permisos en un año. ¡Qué escándalo!
El próximo 7 de septiembre un grupo de cinco jueces y juezas sin ninguna relación con el largo proceso de juicio que hemos vivido se reunirá en Madrid a puerta cerrada y “deliberará” si modifica la sentencia. Ese mismo día, y ya sin posibilidad de recurso, el Tribunal Supremo podría echar abajo una sentencia que tanto nos ha costado conseguir y que es patrimonio del conjunto del movimiento feminista y de quienes luchamos día a día contra los crímenes machistas.
No lo podemos permitir, no vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras la justicia patriarcal utiliza esta artimaña misógina y antidemocrática para dar voz al asesino y brindarle una nueva oportunidad para escabullirse de su crimen. No vamos a permitir la tortura judicial e institucional de este sistema sobre las víctimas y sus familias. Javier Ledo mató a Paz y la justicia machista y patriarcal sigue perpetrando la tortura y la violencia hacia ella y sus familiares y allegados.
Si algo hemos aprendido es que nuestra fuerza está en las calles y que solo con la denuncia social y la movilización podemos acabar con esta lacra. Por este motivo los y las abajo firmantes queremos mostrar toda nuestra solidaridad y apoyo a la familia de Paz, reafirmar nuestro compromiso en la lucha contra la violencia machista y la justicia patriarcal y sumarnos a las movilizaciones impulsadas por Libres y Combativas que tendrán lugar los días 6 y 7 de septiembre en Gijón (19 horas en los Juzgados de Gijón) y en Madrid (a las 9.30 frente al Tribunal Supremo) respectivamente. Exigimos que no se modifique la calificación del crimen y se mantenga la condena de 24 años de cárcel y 10 de libertad vigilada por el asesinato de Paz Fernández.
Luchar por Justicia para Paz es luchar porque los crímenes machistas se reconozcan como lo que son, con sentencias ejemplares para quienes los cometen. Una vez más volveremos a llenar las calles exigiendo Justicia para Paz y el fin de la violencia machista y la justicia patriarcal. ¡No son muertes, son asesinatos!
La justicia para Paz que ganamos en las calles no se toca
Firman este comunicado:
Libres y Combativas | Sindicato de Estudiantes | Comisión Asturies 8M | Plataforma Feminista d´Asturies | Izquierda Revolucionaria | Podemos Asturies | Podemos Xixón | Izquierda Xunida | Partido Comunista de Asturias | CCOO | UGT | CGT | SUATEA | Plataforma de Auxiliares de Servicio de Ayuda a domicilio de Asturias | Sindicalistas de Izquierda | Plataforma Unitaria de Auxiliares de Ayuda a domicilio | Comisión de la Muyer- Pensionistas | Muyeres de la Escandalera | Asociación Carla Vive | Federación Asturiana de Memoria y República | Asociación Mil Voces Violetas | XEGA | Movimiento Democrático de Mujeres | Red Feminista de Mujeres Rurales del Occidente de Asturias | Colectivo Feminista de Muyeres Rurales del Oriente de Asturias | Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias| - Asociación de Mujeres Valdés Siglo XXI | Kellys Unión Asturias
viernes, 27 de agosto de 2021
Firma por el reconocimiento de l@s integrador@s sociales en la red psh de Madrid
Necesitamos tu ayuda. Firma la petición en osoigo.com para exigir al Ayuntamiento de Madrid el reconocimiento profesional de la figura del Técnico Superior en Integración Social.
La modernización y profesionalización de la red de Atención a Personas Sin Hogar sigue sin llegar en Madrid. Recientemente hemos sabido los supuestos cambios en el contrato de gestión de La Rosa y, como nos temíamos, vuelven a no reconocer la categoría profesional del equipo de Auxiliares de Servicios Sociales,dejando fuera de nuevo la figura del Técnico Superior en Integración Social. Este grupo de profesionales es el gran grueso de nuestra plantilla, son los encargados de que todo funcione. El centro y sus proyectos llevan funcionando años gracias a que los auxiliares de servicios sociales asumen tareas y funciones que no les pertenecen, pero esto no durará para siempre, no se puede exigir continuamente buena voluntad a los trabajadores.
miércoles, 18 de agosto de 2021
El crimen es en Kabul, el crimen fue en Granada
Hoy, que asistimos con horror a la imposición de la más absoluta barbarie en Afganistán, no podemos olvidar que esa amenaza está presente en cualquier lugar. Que el fascismo está al acecho, esperando a que el amo le deje morder. Que su yihadismo es nuestro nacionalcatolicismo. Y que siempre van a por las mujeres.
"No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida"
Simone de Beauvoir
Precisamente hoy no podemos olvidar que hace 85 años esas mismas alimañas asesinaron a Federico García Lorca. El crimen fue en Granada, es en Kabul. Ni olvido ni perdón.
martes, 17 de agosto de 2021
Nuevos pliegos, misma mierda
Con agosticidad salieron los nuevos pliegos para la licitación de la gestión de La Rosa. Nuevo contrato que entrará en vigor en enero. Y como dice el título, una mierda.
Que sí, que puede que haya ciertas "mejoras". Nimiedades al fin y al cabo. Lo importante no se toca. Sigue negándose la categoría profesional al equipo de Auxiliares de Servicios Sociales, y obviando nuevamente la figura del Técnico Superior en Integración Social.
No es algo que sólo nos afecte a La Rosa. En todos los pliegos que están saliendo de la red de atención a personas sin hogar sucede lo mismo. Todas las promesas de modernización y profesionalización de la red de Pepe Aniorte y su equipo no son más que falacias. Eso nos muestran los hechos.
Y basándose en la buena voluntad del personal tampoco se puede organizar un centro. Por eso los proyectos, al final, son mentiras para justificar los contratos. Porque no se pueden cumplir con el personal que reflejan los pliegos. Eso sí, la banca siempre gana: las empresas se forran, los políticos venden su humo y "sólo" nos jodemos los de siempre, plantillas explotadas y frustradas y personas sin hogar mal atendidas. ¡Bravo!
martes, 10 de agosto de 2021
Más de 13000 madrileños dependen de la ayuda vecinal para comer. ¿Dónde están el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid?
Ya no suele hablarse de
las colas del hambre en Madrid, pero eso no quiere decir que la situación de
vulnerabilidad de muchas familias no siga siendo una realidad.
15 meses después del
primer Estado de Alarma por la Covid-19 las redes de apoyo creadas para paliar
las consecuencias de pandemia, no solo siguen existiendo sino que continúan
distribuyendo alimentos.
Según datos preliminares
de una investigación que en estos momentos desarrolla Tangente con la
colaboración de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid
(FRAVM), el pasado 31 de mayo estos espacios de solidaridad barrial repartían
alimentos y productos de primera necesidad a 3.789 familias y 13.352 personas
de la capital cada mes.
Agosto será un mes
complicado
Lo hacen a través de 48
despensas o bancos de alimentos solidarios que en estos momentos permanecen
abiertos pero que, en su gran mayoría, cerrarán en agosto para retomar su
actividad en septiembre. De esas 13.000 personas, más de un tercio,
aproximadamente el 40% son niños y niñas.
Se ha reducido una
tercera parte, apuntan en el estudio, el número de personas que dependen de la
ayuda de sus vecinos. Pero aún así sigue siendo una cantidad notable, teniendo
en cuenta que esta labor es voluntaria e independiente de las administraciones.
El trabajo en los barrios
de Madrid
En la capital, por volumen
de ayuda alimentaria, destacan las cinco despensas de Somos Tribu Vallecas, que
atienden a unas 2.800 personas cada mes, el Grupo de Apoyo Mutuo de la
Asociación Vecinal de Aluche, que hace lo propio con unas 2.400 personas, y el
Grupo de Apoyo Vecinal de Las Águilas, que reparte comida a más de 1.000
personas.
La Despensa Solidaria de
Carabanchel, Barrio que se Alimenta Solidaridad de Carabanchel Alto y la Red de
Cuidados de Fuencarral-El Pardo, por su parte, ayudan a más de 700 vecinos y
vecinas cada mes.
La práctica totalidad de
los distritos de la capital sigue contando con redes vecinales que, aunque en
un volumen muy inferior al de hace un año y con una cobertura muy limitada,
ofrecen apoyo alimentario a familias vulnerables.
Despensas en municipios
madrileños
Según la información
extraída por Tangente y la FRAVM, si sumamos los datos de alimentación de las
despensas de Madrid capital a los de las redes que siguen activas en Alcorcón,
Aranjuez, Collado Villalba, Fresnedillas de la Oliva y Torrejón de Ardoz,
tenemos un total de 4.042 familias y 14.144 personas que en estos momentos
reciben ayuda de estos espacios de solidaridad vecinal en la región.
Una labor de gigante que
fue desarrollada gracias al trabajo voluntario de más de 6.000 personas, el 65%
de las cuales son mujeres.
Premios para Vallecas
Esta imponente actividad
fue reconocida hace unos meses por el Parlamento Europeo, que otorgó su Premio
Ciudadano Europeo 2020 a la red Somos Tribu Vallecas, así como por el medio
Madrid Diario, que concedió a las despensas vecinales el Premio Madrid a la
Mejor Iniciativa Social.
El presidente de la
FRAVM, Quique Villalobos, fue el encargado de recoger este galardón el pasado
14 de junio en nombre de las redes de la región.
miércoles, 4 de agosto de 2021
La cara B del Tercer Sector
Desde que el ser humano vive en sociedad, se han ido desarrollando diferentes formas de hacer frente a las necesidades sociales que emergen de la vida en común y del proceso de adaptación al medio. Estas formas, las necesidades y hasta el lenguaje que utilizamos para designar a las personas objeto de intervención social, han ido evolucionando a lo largo del tiempo en función del momento sociopolítico.
El ámbito de la intervención social aparece con las modernas sociedades del bienestar, con el Estado de derecho y con la preocupación por el desarrollo de la persona en una sociedad justa. La realidad es que nos encontramos en un escenario social donde las carencias sociales y económicas se han normalizado de una manera desoladora. La Administración en primera instancia y la mayoría de la población en último lugar, admite sin pudor que vivimos en un modelo que genera desigualdades y situaciones injustas que llevan a buena parte de la población a sobrevivir. Así como que en invierno hace frío y que el agua moja.
Asumiendo esta derrota por la justicia y la igualdad, la propuesta para generar sensación de equilibrio o para lanzar el máximo de muletas posibles es la Constitución Española de 1978, que define nuestra sociedad como un Estado Social y Democrático de Derecho e inicia un proceso tendente a construir en el Estado español un Estado del Bienestar, que se define como el conjunto de acciones llevadas a cabo por parte de los diferentes gobiernos para conseguir una mayor redistribución de los recursos y mejorar el bienestar general de la población. Se produce, por tanto, una intervención del Estado en la economía y la sociedad para combatir la desigualdad en estos ámbitos y repartir los beneficios de forma más equitativa entre la población. Pero no directamente, no a largo plazo, no con objetivos de transformación.
Esta intervención se hace, en la mayor parte de los casos, a través de un entramado de ONG, empresas, cooperativas, entidades vinculadas a la economía social, etc. que se presentan a concursos públicos, firman convenios y diversos acuerdos que tienen como finalidad ganar la prestación de determinados servicios que las administraciones públicas no garantizan de manera directa y prefieren externalizarlos a cambio de reducir dramáticamente los costes. Costes minimizados que repercuten, en su gran mayoría, en gastos en contrataciones de personal.
Y esas personas trabajadoras, consideradas «gastos» por las entidades que constituyen eso que se conoce como Tercer Sector[1], arrastramos años de precariedad, protagonizados por esos pliegos en los que se compite por ver quién contrata a la persona de manera más barata y en peores condiciones. Esa entidad que consiga a la persona trabajadora más precaria, se lleva el servicio. La dignidad económica que te niega el pliego administrativo, te la repone la empresa cargada de valores humanitarios y sociales que hacen que la rueda de la explotación siga girando mientras miramos para otro lado; mientras seguimos atendiendo a todas esas personas que están casi igual que nosotras pero no le pagan a final de mes por trabajar a favor de la justicia social; mientras seguimos ampliando día a día nuestra jornada para poder llegar a todas las personas que nos necesitan, no vaya a ser que encima nos echen por no llegar a objetivos. Sí. Objetivos. Sí. Tercer Sector. Sí. Mejorar la vida de la gente. Sí. Dignidad. Sí. Derechos. Sí. Igualdad. Sí. Contradicciones, muchas contradicciones.
El capitalismo es lo que tiene, hace magia y consigue que se gestionen ONG igual que se gestionan bancos. Los segundos cuentan clientes y cuánto dinero tiene cada uno. Las primeras cuentan pobres y cada año hay que atender a más. Y si para atender a más tenemos que ser menos trabajando, mejor. Seguro que la ratio se puede estirar un poco más y seguir reduciendo personal para ganar el pliego el próximo año. Y si ya ven que van muy justos, que igual les pueden acusar de hacer una oferta temeraria, pues ya si eso justifican puestos de acción voluntaria. Porque sí, en este llamado Tercer Sector en donde trabajamos por la construcción de una sociedad más justa, la voluntariedad sale todavía más barata que los contratos de trabajo. Porque hay mucha perversión bajo el concepto de participación solidaria de la ciudadanía en la sociedad. Y las contradicciones son también muy visibles porque todo vale cuando se trata de atender a pobres, a personas en situación de vulnerabilidad o estigmatizadas. Eso que nunca harías con el circuito eléctrico de tu casa: dejarlo en manos de una persona con mucha voluntad pero sin el conocimiento necesario, se hace cada día en estas entidades. Porque no olvidemos que ahorrar y sumar es lo que cuenta. A ver cómo se le explica a la administración pública de turno que no hemos llegado al número de pobres que preveían los pliegos.
Si en algún momento la entidad de turno se plantea que quiere tener una línea de intervención propia, no sujeta a financiación pública, que vaya 100% acorde con sus principios y que, en el mejor de los casos, permita mejorar un poco las condiciones laborales, entonces lanzan a la calle a los riders de las ONG. Esas personas que carpeta en mano y con el chaleco del color que corresponda tienen como misión captar personas socias bajo la lluvia, el sol, el frío, el calor y siempre exigiéndoles grandes sonrisas. Personas que cobran por objetivos (si no consiguen personas que aporten X cantidad de dinero, no cobran). Personas que ni siquiera son contratadas, en una gran mayoría de casos, por las entidades para las que captan negocio, sino que son contratadas por empresas externas especialistas en captación que hacen su negocio con esto. Así de especializado está este trabajo. Así de precarizada está la primera línea de contacto con una sociedad que se necesita para que la rueda gire, para que las cuentas salgan. Y la suma habitualmente sale, sale porque los horarios son incompatibles con la vida, aquellos que son compatibles lo son a costa de contratos con jornadas míseras que no te permiten llegar a final de mes. Difícil equilibrio. Tan difícil como equilibrar aquello para lo que te dicen que te contratan y aquello que finalmente terminas haciendo.
Sumar sigue siendo lo que cuenta y ¿qué se necesita para hacer informes sociales? Los códigos deontológicos de las personas que apostaron su profesión al ámbito social no parece que importe mucho. Lo que sigue siendo importante es que la propuesta que hagamos para ganar el pliego sea la más baja posible. Lo importante es que el 31 de diciembre ayuntamientos, comunidades, ministerios, nos digan que seguimos un año más, que nos renuevan el servicio. Que la rueda de la precariedad que tiene como misión mejorar la vida de la gente siga, aunque sea a costa de empeorar los derechos de la clase trabajadora. Porque este es al fin y al cabo el doble juego en el que las administraciones ahorran con condiciones precarias y las empresas ONG compiten por la oferta más baja. Así que todo el mundo ahorra, ya sea en calidad, en derechos o en dignidad. »Porque ahorrar es ganar». Una clase trabajadora que en el Tercer Sector está conformada mayoritariamente por mujeres. Mujeres que soportan, en su mayoría, condiciones laborales precarias: jornadas parciales, jornadas reducidas, mayores tareas de intervención directa, dificultades para conciliar, contratos de duración determinada. El capitalismo vuelve a hacer malabarismos con la igualdad y aquí, donde las mujeres tenemos más presencia numérica, estamos infrarrepresentadas en los puestos de responsabilidad.
Nosotras, mujeres y hombres que prestamos nuestra fuerza de trabajo en el denominado Tercer Sector, que nos dicen que contribuimos con nuestra fuerza de trabajo a combatir la desigualdad y repartir los beneficios de forma más equitativa entre la población. ¿A quién hacemos llegar nuestra voz para dignificar nuestras condiciones laborales? ¿Al jefe? ¿Al ministro? ¿Al consejero? ¿O al alcalde?
Nosotr@s, obligadas a dudar en esta esquizofrenia que es trabajar con personas vulnerables a la vez que las empresas ONG nos tratan como a tornillos sustituibles. Nosotras, hartas de esa antinatural convivencia entre tratar a las personas como números y las auténticas transformaciones sociales. Nosotras qué camino queremos alcanzar. Administraciones y empresas ONG, nosotras estamos en el camino de la dignidad, la defensa de los derechos de las personas trabajadoras y la denuncia de modelos de intervención social basados en la competitividad, el bajo coste, la mano de obra gratuita y la precariedad.
Descarga el cómic ¿Qué es el Tercer Sector?
[1] El Tercer Sector es aquel sector de la economía compuesto fundamentalmente por entidades sin ánimo de lucro que prestan servicios tales como teleasistencia, ayuda a domicilio, recursos residenciales, centros de día, mediación social, acompañamientos, etc).