Trabajadores, familias y usuarios de servicios sociales protestarán
este sábado 1 de diciembre por su precaria situación laboral y el
sufrimiento de las familias por unos recortes que comenzaron en la
crisis económica de 2007 y continúan afectándoles. “Los servicios sociales están en completa alarma.
Debemos romper el inmovilismo de los partidos políticos y los
sindicatos de clase para alcanzar dignidad y justicia social”, denuncia a
Cuartopoder.es Esteban Barreto, miembro de la Unión de Plataformas en Defensa de los Servicios Sociales y la Diversidad.
Esta unión de plataformas nació desde la necesidad de unir las luchas tan aparentemente diversas
como la dignidad de las personas mayores en las residencias, la defensa
de la intervención social, la protección de los menores víctimas de
violencia de género o la igualdad de las personas con diversidad
funcional. “La concentración del sábado tiene la premisa grande por los derechos fundamentales de todos” ya que “las familias saben que los servicios sociales no cubren sus necesidades”, explica Barreto.
Los organizadores de la protesta denuncian que los ayuntamientos,
diputaciones, gobiernos autonómicos y administración central han
realizado recortes en los servicios sociales de manera sistemática.
Critican también los cierres de centros y servicios, la reducción de
plazas de alojamiento y residenciales, las listas de espera eternas, el
aumento por ratio de usuario/personal o la reducción de los conciertos
porque “han deteriorado las condiciones de vida de personas usuarias
hasta extremos inaceptables en una sociedad civilizada”.
Así viven menores tutelados por la CAM
La concentración de este sábado, que tendrá lugar en la Plaza de Callao (Madrid) a las 12.00 tiene como lema “por los derechos fundamentales para todxs, menos discursos y más recursos” y cuenta con el apoyo inicial de 40 colectivos,
aunque podrían sumarse más durante las próximas horas. Algunos de ellos
son la Plataforma en Defensa de la Diversidad Funcional, la
Coordinadora de Pensiones, Jóvenes Pensionistas, la Plataforma por la
Dignidad de las Personas Mayores en Residencias, No + Precariedad o
Yayoflautas, entre otros.
Entre las personas afectadas por los
recortes en los servicios sociales, aquellos que protestan por que se
mejoren las condiciones en las residencias de la tercera edad, donde denuncian los ratios, la alimentación, los fallos en los cuidados personales y la falta de personal.
“Hay residencias que tienen más de cien usuarios y solo tienen tres
cuidadores”, denuncia Barreto. También los colectivos de personas con
diversidad funcional piden que no se les aísle en centros educativos y
residencias. “Quieren tener autonomía y capacidad de decidir sobre sus
vidas”, añade.
La protesta de los jóvenes pensionistas
Entre las personas afectadas que protestarán este sábado también se encuentra el colectivo de Jóvenes Pensionistas. Actualmente hay 940.000 personas que cobran pensiones por enfermedad,
una cifra que supone el 10% del total de las pensiones en nuestro país.
“La pensión de incapacidad permanente total, que es la que se concede a
la mayoría de las personas, supone el 55% de la base reguladora. Es
decir, que sobre el salario de 1.000 euros se cobra 550 euros. Con eso
no llega ni para las medicinas”, explica María Ángeles Poveda, miembro
del colectivo.
Desde Jóvenes Pensionistas denuncian que las pensiones por incapacidad permanente absoluta, que suponen una remuneración del 100%,
apenas son concedidas. Por sus experiencias, creen que cada vez se
conceden menos ayudas por enfermedad, aunque denuncian que las
administraciones ocultan los datos del número de pensiones denegadas.
“Nos estamos encontrado situaciones muy dramáticas de gente que se ve
obligada a mendigar para poder comer”, denuncia Poveda.
Ella misma
sufre endometriosis. A causa de su enfermedad, tuvo una lesión
neurológica que le ha ocasionado otros problemas médicos y, por ello, ha
tenido que ser operada en múltiples ocasiones. Lucha por tener una
pensión por incapacidad permanente absoluta. También batalla contra otros problemas que afectan a su colectivo:
el incumplimiento de la ley de accesibilidad en las ciudades o el
copago de los medicamentos. Jóvenes Pensionistas también exigen una ley
para enfermedades crónicas que garantice la ayuda tanto a las personas
afectadas como a sus familias.
Los trabajadores del sector, en malas condiciones
Los profesionales de los servicios sociales denuncian los recientes convenios colectivos de sus sectores. “Todos están cortados por el mismo patrón. Las tablas salariales no dignifican nuestro trabajo”, explica Barreto. En concreto, critican a los dirigentes de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT,
por firmar acuerdos “vergonzosos” como los de Reforma Juvenil y
Protección de Menores, de Atención a Personas Dependientes y de Atención
a Personas con Discapacidad.
Pero además, denuncian las
condiciones de las personas a las que atienden y el sufrimiento diario
con el que se topan en su día a día. “Nosotros no somos carceleros”, apunta.
En la convocatoria del sábado también denunciarán a
desprofesionalización del sector, y un modelo que apuesta por la caridad
y el asistencialismo.
Como piedra angular de todos los problemas, denuncian, está la privatización de los servicios sociales.
“Los centros ocupacionales son como centros de trabajo, el afán es
recaudatorio en lugar de pedagógico”, añade Barreto. Por eso, muchos
profesionales denuncian que las instituciones entreguen ciertos
servicios de atención a las personas más vulnerables a “la gestión
privada”, ya que esta intenta maximizar sus beneficios en detrimento de
las atenciones y de los trabajadores.
La protesta tiene su origen
en la Plataforma en Defensa de la Diversidad Funcional, fundada en 2012
por trabajadores del sector. Los fundadores apreciaron que como la
mayoría de los trabajadores era nuevos, había una ausencia de tradición
sindical. Ante la necesidad de unirse también con familiares y
trabajadores de otros ámbitos de los servicios sociales, a principios de
este año nació la Unión de Plataformas. Esperan que al condensar sus
luchas puedan hacer llegar un mensaje claro: “¡por unos servicios sociales públicos y de calidad!”.