Las Auxiliares de Servicios Sociales de la red de personas sin hogar no somos las únicas en tener problemas con nuestra categoría profesional y nuestras funciones (en La Rosa estábamos contratadas como gerocultoras). Aquí tenemos el ejemplo de las compañeras de residencias de mayores. Amenazas y coacciones para paliar las carencias del servicio poniendo en riesgo tanto su carrera profesional como a las personas atendidas.
Un mal endémico en nuestros Servicios Sociales externalizados, contratar gente voluntariosa sin reconocer ni pagar el trabajo realizado. Si pagamos a un educador como monitor, la diferencia para el zurrón. Y así con todo, ¿o vas a ser tan mala persona de dejar al usuario sin atender por no se qué del convenio? Las personas siempre lo primero, por favor, ¡como sois los trabajadores!
Lo sorprendente es que alguien se extrañe, cuando entre nuestros patrones está la gente de Púnica, de Enredadera y las que saldrán. Cada día que pasa, es más necesario luchar por la gestión directa de nuestros servicios públicos.
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