sábado, 25 de noviembre de 2017

25-N. Visibilizando a las mujeres sin hogar #HaciéndonosVisibles

Lo que no se ve no existe, por esta razón las mujeres sin hogar nos hacemos visibles, porque existimos. Y por eso os solicitamos que apoyéis con vuestra firma la siguiente petición: Que se considere como medida urgente incorporar la perspectiva de género a la hora de abordar el sinhogarismo en todos sus aspectos, desde la intervención social hasta en el estudio de esta realidad.

El sinhogarismo tiene muchas caras y, aunque la más visible es la que se manifiesta en la vía pública donde hay una gran presencia masculina, es un problema social que nos afecta a muchas mujeres. El sinhogarismo femenino normalmente se da en otras situaciones de exclusión residencial diferentes a vivir en la calle. 

Los recursos para personas sin hogar están en general pensados para hombres y son muy pocos los programas adaptados a mujeres. Sin ir más lejos, los recuentos que reflejan el número de personas que se encuentran sin hogar se suelen hacer contabilizando solamente el número de personas que están en situación de calle o en albergues de la red de atención, casos en los que la mayoría son hombres. Por lo que quedan fuera de ese recuento muchas las personas que viven otras manifestaciones del sinhogarismo.

Todo esto ha generado que habitualmente se haya estudiado, explicado, comprendido e intervenido desde una visión androcéntrica y patriarcal, como ocurre con muchas otras realidades, sin tener en cuenta la especificidad de las estrategias de vivienda de las mujeres que se encuentran en una situación de exclusión social extrema. Las mujeres sorteamos de cualquier manera tener que dormir en la calle o en albergues porque son espacios muy violentos en los que se multiplica nuestro riesgo de sufrir algún tipo de agresión sexual o de violencia machista en general. Antes de llegar a esta situación optamos por alternativas que se corresponden con otras situaciones de exclusión residencial, menos estudiadas y cuantificadas.  

La realidad de las mujeres sin hogar

La brecha salarial, el cierre del mercado laboral para las mujeres, que se nos reduzca a un rol maternal/reproductivo y a la esfera privada del hogar, la cosificación sexual y el doble estigma social (por ser una mujer y estar sin hogar), entre otros factores, hacen que muchas mujeres sigamos manteniendo una alta dependencia económica de nuestras parejas o de otras personas. Una simple ruptura sentimental puede implicar para nosotras la ausencia de recursos económicos básicos para nuestra supervivencia y bienestar social. Por este motivo muchas mujeres mantenemos relaciones de pareja insatisfactorias o nos emparejamos simplemente para tener un “elemento de protección”, nos prostituimos, intercambiamos compañía o cuidado a cambio de alojamiento, incluso llegamos a no denunciar agresiones y violencias machistas, con tal de no terminar en la calle. Una compañera decía: “No eres una persona en la calle, eres una mujer en la calle”. 

La violencia machista, tanto en la familia de origen como en la formada, es una de las causas más frecuentes del sinhogarismo femenino y también un factor que fomenta otros factores de riesgo como las enfermedades físicas y mentales. También somos muchas las mujeres que hemos trabajado durante años y años dentro del hogar, sin percibir ingreso alguno ni cotizar, por lo que nuestra dependencia económica es total y a veces llegamos a estar sin hogar a edades muy avanzadas. 
 
Por todo lo que acabamos de exponer ser mujer es un factor añadido de vulnerabilidad para vivir una situación de exclusión social. Son muchos y muy diversos los factores que hacen que las mujeres acabemos sin hogar, por eso, creemos que es fundamental incorporar la perspectiva género en el sinhogarismo y crear recursos específicos para las mujeres que vivimos esta situación. Y firmamos esta petición para solicitar que se incorpore cuanto antes en la atención a las personas sin hogar.
 
Ejemplos de incorporación de la perspectiva de género en la atención a personas sin hogar:
  • Género y organización de centros y recursos
  • Espacios específicos para visitas de los hijos/as
  • Introducir la perspectia de género en los recursos para personas sin hogar
  • Nuevas normativas para centros de acogida y albergues
  • Incorporar cartas de derechos y deberes
  • Trabajar el sinhogarismo femenino desde la prevención
  • Priorizar la atención de mujeres
  • Recoger los datos de las mujeres
  • Repartir equitativamente los recursos
  • Género y servicios de orientación laboral
  • Lenguaje inclusivo y no sexista
  • Informar a las mujeres sin hogar
  • Horarios conciliadores y accesibles

 

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