martes, 10 de enero de 2023

10 de enero, Día de los y las integradoras sociales

Y un año más seguimos con poco que celebrar y mucho que reivindicar. Tanto en servicios sociales como en el sector educativo, tenemos un problema común: el no reconocimiento de funciones y categoría profesional. 

A pesar de tener una formación reglada con funciones y competencias claramente definidas, que concuerdan con muchos de los puestos de trabajo que ocupamos, lo habitual es que se nos encuadre en categorías laborales inferiores pero se nos solicite que realicemos labores propias de Técnico Superior en Integración Social. Tanto es así, que es habitual que, cuando se nos contrata como integradores, normalmente sea para realizar funciones propias de educadores sociales. Una cosa es ser profesionales polivalentes y otra muy distinta "hacer de todo" a cambio de sueldos miserables.

De esta manera se nos precariza (aún más, que "lo social" es uno de los sectores más precarios del mercado laboral), suponiendo un ahorro para las administraciones y mayores beneficios para las empresas. Y que no nos engañen, los beneficios son millonarios. Tanto es así, que el sector está cada vez más en manos de fondos buitre y personajes como Florentino Pérez.

Pero no podemos esperar que algo cambie sin hacer nada. Como profesionales lo tenemos claro. ¿Por qué como trabajadores y trabajadoras no? Si no nos organizamos, la profesión como tal no avanzará, y nuestras condiciones laborales tampoco.