domingo, 30 de agosto de 2020

CGT denuncia el abandono institucional de la plantilla del centro de acogida "San Isidro" de Madrid

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha emitido un comunicado en el que denuncia la extrema situación en la que se encuentran las trabajadoras y trabajadores que prestan su servicio en el madrileño centro ‘San Isidro en materia de prevención de propagación de la pandemia de coronavirus, que en estos últimos días está volviendo a notarse con el aumento de contagios, sobre todo en los barrios más humildes de la capital.


En este sentido, desde CGT han explicado que este centro de acogida no dispone de elementos necesarios para tener “confinadas” personas acogidas que han dado positivo en Covid-19, debido principalmente al perfil del usuario, a la seguridad y control disponibles para aplicar las medidas de aislamiento, tanto de otros usuarios como de los propios trabajadores del centro.

Desde CGT aseguran que la angustia y la preocupación entre la plantilla municipal crecen a medida que se acerca septiembre porque es cuando el personal de refuerzo finaliza sus contrataciones. CGT ha indicado que no es el momento de prescindir de estos refuerzos ante el aumento de rebrotes que se están conociendo en los últimos días. Además, han explicado que en este centro de acogida conviven otras 37 personas usuarias, que en teoría deberían pasar la cuarentena hasta tener nuevos resultados de sus pruebas, y están compartiendo espacios sensibles, como son las duchas, con el resto. Por otro lado, en relación a la vigilancia, CGT expone que la misma es “privada”, y el control exhaustivo de las normas y protocolos anticovid son muy difíciles de vigilar y comprobar su cumplimiento.

Ante esta situación, desde la CGT han manifestado que posiblemente detrás de toda esta dejadez existan otros intereses de tipo político, que supera el ámbito de lo estrictamente sanitario. Por ello, desde la organización anarcosindicalista se ha instado a actuar al servicio de prevención, avisándose en el área de Emergencia Social, para que se tomen medidas urgentes, y haciendo un llamamiento a la prensa y a los medios de difusión en general, para que se hagan eco de la insostenible situación que se vive a diario en el centro de acogida ‘San Isidro’.


Kaos en la Red

viernes, 28 de agosto de 2020

Prevención de Riesgos Laborales en tiempos de la COVID19: ¡Arriesgan nuestras vidas a capricho de los capitalistas!

La COVID19 se propaga de nuevo con rapidez por toda la península, poniendo en evidencia cómo la amenaza de una segunda ola de la pandemia es un riesgo cada vez más inminente. A pesar de la insistencia en transmitir que todo está bajo control, y de que los nuevos brotes afectan a personas fuera de riesgo, lo cierto es que cunde el pánico en las salas y pasillos de los centros hospitalarios de atención primaria ante la perspectiva de un recrudecimiento de la enfermedad en octubre. Este escenario supone un serio peligro para millones de trabajadoras y trabajadores, un riesgo que puede llegar a ser crítico para aquellos especialmente vulnerables.

Sin embargo, a pesar de las gravísimas consecuencias que tendría la enfermedad en estas personas vulnerables, el Gobierno de coalición no ha aprovechado las herramientas de que legalmente dispone para impulsar medidas encaminadas a garantizar la salud de los trabajadores. Es más, el procedimiento de actuación para la Prevención de Riesgos Laborales frente a la COVID19 es pura propaganda, una batería de indicaciones bochornosas que deja a los trabajadores a merced de las empresas.


Un protocolo de Riesgos Laborales que deja todo en manos de las empresas

¿Y por qué estas medida no protege realmente a los trabajadores? En primer lugar, según lo establecido por el gobierno, no basta con que un médico certifique que el trabajador es, en efecto, especialmente vulnerable a la pandemia, sino que hay que acreditar que su puesto de trabajo le supone “un riesgo adicional”, y ello por medio de informes que tiene que emitir la propia empresa. En relación con esto, el gobierno ha establecido que todo aquel que “trabaja sin contacto con personas sintomáticas” puede ser enviado a trabajar sin precisar adaptación ni cambio de puesto. ¿Y qué trabajos son estos? Pues la inmensa mayoría si tenemos en consideración que todo enfermo sintomático debe ser puesto en cuarentena de inmediato.

De este modo, y según las directrices del propio ministerio, todas las personas vulnerables –entre las cuales se incluyen las mujeres embarazadas con comorbilidades o complicaciones, personas inmunodeficientes, crónicos de pulmón o enfermos de cáncer en tratamiento- en cuyo puesto de trabajo se entienda que se “trabaja sin contacto con personas sintomáticas” o que el riesgo de contactar con ellos es “similar al riesgo comunitario” puede ser obligado a trabajar. Factores como el riesgo a entrar en contacto con portadores asintomáticos, o hacinarse en el transporte público en el desplazamiento al trabajo son elementos que el gobierno no obliga a valorar en el proceso.  Esto se traduce en que una persona vulnerable que trabaja en sectores como atención al público o limpieza, por ejemplo, puede ser enviada a trabajar como cualquier otra persona completamente sana.

Además, el Sistema Público de Salud no puede activar el proceso sin un informe favorable del departamento de Prevención de Riesgos Laborales de la empresa, quien lo emite en base a  informes de la propia empresa. Es decir, la adaptación del puesto de trabajo y la concesión de la IT se convierte en una gracia que los empresarios pueden dar a discreción según sus propios intereses.



¿Pasar hambre o arriesgar nuestra salud? ¡No queremos tener que decidir!

Todo esto hay que ponerlo en el contexto actual de crecimiento del paro, del hambre y la miseria. En estas circunstancias, muchos enfermos crónicos, desprotegidos en la práctica por las medidas del gobierno, se ven obligados a asumir un riesgo crítico para su salud yendo a trabajar. Esto es lo que ocultan las estadísticas sobre la evolución de la pandemia: el miedo y la ansiedad de multitud de trabajadores que tienen que decidir entre no cubrir sus necesidades básicas o poner su salud, o incluso su vida, en manos del azar.

Para que esta crisis sanitaria no la paguen los trabajadores con sus vidas y su salud es imprescindible dar un giro de 180º en las políticas de prevención de riesgos laborales frente a la COVID19. En este sentido, la IT debe ser tramitada de inmediato, y sin excepciones, a todos aquellos trabajadores para los que el desarrollo de la enfermedad les pueda suponer un alto riesgo de muerte.

Pero todas las medidas legales que pueda adoptar el gobierno serán papel mojado si se les deja a los empresarios la libertad de despedir o de reducir salarios y derechos para aprovecharse de la situación de extrema necesidad de cientos de miles de familias trabajadoras. El “escudo social” del que tanto presume el Gobierno, ha resultado ser de papel de fumar. La supuesta “prohibición de despedir” en empresas con ERTE, el Ingreso Mínimo Vital y otras medidas similares, no han pasado de ser puro marketing. Incluso el cobro de las prestaciones por desempleo de los trabajadores en ERTE está siendo un calvario, sobre todo para los miles de trabajadores que no han cobrado el mes de agosto debido a cambios de última hora en la tramitación administrativa de las notificaciones de las empresas al SEPE.

La Reforma Laboral aprobada por el PP en 2012 favorece todo tipo de abusos empresariales, y facilita que los patronos puedan chantajear a sus asalariados, obligándoles a poner en peligro su salud si no quieren perder su puesto de trabajo, contribuyendo así a la expansión de la pandemia y del número de muertes. La decisión del PSOE y Podemos de incumplir su compromiso electoral de derogar íntegramente la Reforma Laboral ha sido un estímulo para que los empresarios hayan considerado que tienen las manos libres para seguir aplicando todo tipo de acciones lesivas contra los derechos de los asalariados.

Pero lo más grave de esta situación, el factor que más contribuye a la prepotencia empresarial, es la actitud pasiva de los dirigentes de los sindicatos mayoritarios, su absoluta sumisión ante la Patronal, su silencio ante el sufrimiento de millones de familias obreras. Por eso, para acabar con la indefensión de las familias trabajadoras frente a la COVID19, para frenar la sangría de vidas humanas, para evitar que se repita la trágica situación que vivimos en marzo y abril, es imprescindible que los delegados sindicales y los afiliados y afiliadas a los sindicatos de clase que defienden una posición combativa ante la ofensiva del capital nos unamos en un frente común en defensa de nuestros derechos y nuestra salud. Solo una movilización masiva, armada con un plan de lucha contundente, podrá revertir esta situación.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Huelga educativa

La pandemia ha mostrado blanco sobre negro la incapacidad de respuesta de las distintas administraciones, que siguen más centradas en salvaguardar los beneficios de las empresas de distintos sectores que en garantizar la salud de la población. Insisten en sus políticas privatizadoras y se mantienen los recortes. Con la vuelta a las aulas estamos en la misma situación. No se están tomando medidas serias, sino un nuevo paripé. Especialmente sangrante en la Comunidad de Madrid. Ante este desastre, la comunidad educativa anuncia movilizaciones, sigueindo la estela del personal sanitario. Pincha para leer el comunicado de los sindicatos del profesorado.


miércoles, 5 de agosto de 2020

La Comunidad de Madrid insiste en los recortes

Si algo hemos aprendido de la pandemia, es que la atención primaria sanitaria es fundamental para poder frenar el avance de este tipo de enfermedades, y que los centros sociosanitarios, más aún los geriátricos, son una bomba de relojería en cuanto a enfermedades infecciosas se refiere, debido al modelo cuartelero de los mismos y a la falta de recursos humanos y materiales.

El análisis hecho dejaba claro que era imprescindible reforzar la atención primaria y aumentar las plantillas y poner a disposición los medios necesarios de las residencias, mientras se revisa el modelo de atención a nuestros mayores. Pues bien, la Comunidad de Madrid ha decidido hacer justo lo contrario. ¡Qué sorpresa!

Muchos centros de salud siguen cerrados, la atención presencial sigue restringida, no se han contratado los rastreadores necesarios (¡y encima vienen con el cachondeo del voluntariado!), no se están supliendo bajas y vacaciones, etc. En plena pandemia, el gobierno Ayuso ha decidido dejar morir a una atención primaria ya en "cuidados intensivos" antes del virus. Así lo denuncia el Sindicato Asambleario de Sanidad

En cuanto a la atención a mayores, han decidido perpetuar el crimen ya cometido. La Comunidad de Madrid está licitando la gestión de varias residencias públicas, que a pesar de la hecatombe de estos meses, van a seguir en manos privadas. Pues bien, a pesar de los miles de ancianos muertos en estos centros, los nuevos pliegos vienen con recorte presupuestario y un descenso de personal. Así lo denuncia CCOO

Que nadie piense que es ineptitud, son perfectamente conscientes de lo que están haciendo. Su puto dinero vale más que nuestras vidas.¡Es el mercado, amigos!



Sentado sobre los muertos

que se han callado en dos meses,

beso zapatos vacíos

y empuño rabiosamente

la mano del corazón

y el alma que lo sostiene.

Que mi voz suba a los montes

y baje a la tierra y truene,

eso pide mi garganta

desde ahora y desde siempre.

Acércate a mi clamor,

pueblo de mi misma leche,

árbol que con tus raíces

encarcelado me tienes,

que aquí estoy yo para amarte

y estoy para defenderte

con la sangre y con la boca

como dos fusiles fieles.

Si yo salí de la tierra,

si yo he nacido de un vientre

desdichado y con pobreza,

no fue sino para hacerme

ruiseñor de las desdichas,

eco de la mala suerte,

y cantar y repetir

a quien escucharme debe

cuanto a penas, cuanto a pobres,

cuanto a tierra se refiere.

Canto con la voz de luto,

pueblo de mí, por tus héroes:

tus ansias como las mías,

tus desventuras que tienen

del mismo metal el llanto,

las penas del mismo temple,

y de la misma madera 

tu pensamiento y mi frente,

tu corazón y mi sangre,

tu dolor y mis laureles.

Antemuro de la nada

esta vida me parece.

(Miguel Hernández)