martes, 8 de marzo de 2022

8M, continúa la lucha feminista

El 8 de marzo es una jornada de movilización, de reivindicación y de lucha.

Aunque se han producido importantes avances en materia de igualdad y logros sociales, fruto de la lucha feminista, aún queda mucho por hacer y en el sector de intervención social lo sabemos bien.

 

Somos un sector feminizado porque somos mujeres en su inmensa mayoría quienes lo trabajamos. Somos un sector precarizado (salarios por debajo de la media y mayores tasas de parcialidad y temporalidad) porque somos mujeres y nos dedicamos al cuidado de las personas y de la comunidad que habitamos.

 

Las “entidades de lo social” (y sus patronales) mientras alardean de su apuesta por la igualdad, atacan nuestras condiciones laborales, escatiman en los permisos por conciliación, dificultan el teletrabajo y la flexibilidad horaria, torpedean la marcha e implantaciones de planes de igualdad (fundamentales para acabar con el acoso sexual y por razón de género en los centros de trabajo) y nos condenan a la devaluación salarial. 

 

Las patronales de Intervención Social sentadas a mesa de negociación del II Convenio Colectivo están apostando por lastrar nuestra dignificación profesional y nos quieren alejar, un poquito más, de esa igualdad que reivindicamos también en lo laboral. "Entidades de lo social" que apuestan por seguir aprovechándose de la brecha salarial de género, mientras hoy se disfrazan de morado.

 

El notable incremento del precio de la vida se nota de forma generalizada, en la cesta de la compra, en el precio de la   energía (luz, gasolina, etc), en todo. El año 2021 terminó con una subida del IPC de un 6´5% aproximadamente, y se auguran elevados niveles de inflación por la guerra de Ucrania, y nosotras con los salarios congelados porque la patronal sólo mira por sus beneficios empresariales. No queremos que nos precaricen más nuestras ya precarias nóminas.


¡Así no hay quien hable de igualdad!




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