sábado, 28 de septiembre de 2019

Ni malas ni buenas

ALGUNOS DESEAN QUE SE LLEVEN OTRA VEZ LAS MUJERES CALLADAS, silenciosas, que sepan apartarse en el momento adecuado, esas que saben que el silencio vale más que la palabra, esas que siempre están bien vistas. ¡Qué elegante es! ¡Da gusto ir con ella a todos lados! Siempre atenta, siempre un paso por detrás, siempre tan discreta. No les tengo ninguna manía, ni las envidio ni me caen mal. Hacen lo que les apetece y con eso me vale.

Luego estamos las otras, las ruidosas, las que hablamos allá donde vamos, las que “invadimos espacios”, las que decimos las cosas como las vemos, aunque no esté bien visto o no sea oportuno, o simplemente no deseamos ir un paso por detrás; las que no somos elegantes, monas, calladas, conciliadoras ni dialogantes, esas que inundamos las calles el 8 de marzo, como apuntaba Virgine Despentes en su libro La teoría de King Kong. Y claro está, si vas a las manifestaciones del día 8, haces huelga y tienes opinión, a veces hasta crítica, no eres de las primeras.
Por lo que puedo comprobar somos muchas. Muchas, muchas más de lo que se pueden permitir quienes nos quieren calladas, sin rechistar. Tanto es así que últimamente me sorprende la reactividad que provocamos quienes no necesitamos de nada ni de nadie para expresar nuestra opinión. Recientemente he tenido la oportunidad de comprobar qué pasa cuando alzas la voz, cuando expones lo que opinas, sin ningún pudor, porque te lo crees. Sin más. La beligerancia, la violencia con la que te agreden es tal que, o bien estás muy empoderada o bien no vuelves a abrir la boca en público.
Hace unos meses asistí a unas jornadas feministas donde se abría el debate de buenas y malas. Unas u otras, muchas mujeres no quieren solventar el debate en estos términos, ya que estaríamos desvirtuando el auténtico motivo de por dónde seguir avanzando.
La pugna por el espacio público
El feminismo vino, llegó y se quedó, y eso es una realidad tangible hoy, aunque la ultraderecha se empeña hasta la extenuación en intentar vilipendiar, disuadir, confundir y castigar. Algo está pasando, y muy grave. Hay una pugna bestial por el espacio público, por la igualdad de verdad, por ocupar y reapropiarse del espacio. Hay personas que desean situar el debate en dos polaridades antagónicas y fuera de la realidad, o víctimas o verdugas, o eres víctima y entonces ¡pobrecita, que diga lo que necesite! O, si eres asonante, eres parte del patriarcado. Se lleva la culpa y ser víctima; en cambio, no se perdona el arrojo ni la valentía si eres mujer. Ambas opciones igual de respetables para mí.
Casos como el de Mirielle Franco, por poner un solo ejemplo, porque hay miles y miles, ponen de manifiesto lo que te puede pasar si pasas la línea del control machista, del poder político del cuerpo, de disputar el espacio a “los otros”, a quienes se creen la fuerza bruta. Mujer, negra, lesbiana, de clase humilde, mujer de bandera y de favela que luchó hasta la extenuación para poner voz a esas “mujeres de segunda” que osan alzar la voz y llevar la lucha hasta las últimas consecuencias. Rompía moldes, incluso se coló de tapadillo en el mismo ojo del poder, al convertirse en concejala.
Su cuerpo encarnaba todos esos cruces de camino de la interseccionalidad y un cuerpo que, aun a pesar de saltarse todas las reglas hegemónicas, supo aguantar, gritar, poner voz y reapropiarse de un espacio que, a pesar de que le correspondía, no es propio de según qué mujeres. Eso sí, el coste ha sido demasiado alto: fue asesinada, silenciada por la fuerza. Ahora su silencio se amplifica por momentos, porque es la voz de miles y miles de mujeres que se niegan a seguir calladas. Este feminicidio nos da fuerza, a nosotras, las otras mujeres “inoportunas”, para seguir. Y diría que a todas, porque las “otras” somos todas nosotras sin distinción.
No podrán silenciarnos
Berta Cáceres (Honduras), activista medioambiental; Emilsen Manyona (Colombia), líder de comunidades construyendo paz; Shifa Gardi (Irak), periodista del canal kurdo Rudaw, rompió estereotipos en su trabajo; Ruth Alicia López Gusao (Colombia), líder comunitaria defensora de Derechos Humanos, trabajó en comunidades indígenas y afrodescendientes; Sherly Montoya (Honduras), integrante del grupo de mujeres transexuales Muñecas Arcoíris; Miriam Rodríguez Martínez (México), activista y líder del colectivo de personas desaparecidas; Yoryanis Isabel Bernal Varela (Colombia), luchó por las mujeres indígenas; Patricia Villamil Perdomo (Honduras), defendió los derechos de las personas migrantes; Micaela García (Argentina), activista por los derechos de la mujer; Gauri Lankesh (India), periodista de derechos humanos y crítica incansable del sistema de castas, y tantas más que no cumplen con las expectativas hegemónicas, occidentalizadas, de clase media, de hombres blancos, heterosexualizadas. Para acabar, también le ponemos nombre a las nuevas generaciones, como Ahed Tamimi, que se enfrentó a soldados israelíes armados, ella sola, tan pequeña, tan vital, tan valiente.
No, no os confiéis, porque no nos van a silenciar ni matándonos. Alto y claro. A mí tampoco me gusta cómo se manipula el espacio con el fútbol en los patios del colegio, ni que no existan contenidos para la igualdad en los temarios, ni que no se explique la historia en toda su dimensión, ni que se expliquen solo los autores masculinos, ni que se siga impunemente silenciando el sexismo y el machismo en las escuelas con nuestros jóvenes, ni que se practique la sordera intelectual ante las violencias, sean estas por motivos de género, identidad, expresiones de género, etnia, expresión del deseo, clase social, diversidad funcional, cultural, corporal, sea por lo que sea. Es el momento, ahora o nunca pasamos a la acción.
A mí no me gusta nada de eso, pero a veces hay que pararse y pensar, decidir hacia dónde ir y con quién ir. No me valen todas las personas como compañeras de viaje. Hay quienes prodigan su discurso no para el bien común, hay quien solo defiende un sistema para “las primeras”, “las buenas”, “las sumisas”, para quitar derechos a todas las personas que no cumplen con su esquema mental, a todas las que salen diciendo cosas como “feminismo liberal”, “la homosexualidad se cura”, “ideología del género”, “el feminismo en la escuela no tiene lugar”, y tantas y tantas sandeces que nos retrotraen al pasado.
Acostumbraos a esto, porque la revolución feminista ya está en marcha. Vino, llegó y se va a quedar. Prueba de ello es que el 29 de septiembre volvimos a inundar las calles para gritar, alto y claro, en contra de la violencia hacia las mujeres.


domingo, 22 de septiembre de 2019

Urdangarín y el Santo

Qué pocas casualidades hay en la vida. Y siempre les pasan a los mismos ¡qué casualidad! Resulta que en quince meses de prisión, Iñaki se ha encontrado con un juez que entiende, y así deja por escrito en un auto, que la cárcel deshumaniza y afecta a los procesos de reinserción social. Y a un cura progre (tanto que se llama Chuchi) que le ha devuelto la fe. Y claro, los valores cristianos llevan a la solidaridad. Por lo que el duque empalmado ha pasado de robar a las personas con diversidad funcional, a querer ayudarlas.

Aunque, qué casualidad, esta historia viene muy bien para entender de qué va la cosa en las instituciones. Y el Hogar Don Orione se ha hecho famoso. Y su director se apunta al circo.

Francisco Sánchez (así se llama el caballero) ya ha apuntado que Iñaki "hara una labor fenomenal" y que es "un regalo para nosotros". Además, asegura que como fue deportista, será de gran ayuda para el equipo de fisioterapia. Aunque no sabe si Iñaki se adaptará bien, porque los usuarios son complicados. En dos minutos tilda de complicados a los residentes, frente a la gran labor que hará el ladrón de fondos púbicos destinados a las personas "complicadas". Te has cubierto de gloria, majo. Pero así es como funciona esto. Y aquí cada cual elige su bando, o las personas o la institución.

El Hogar Don Orione es una residencia para personas con discapacidad. Sí, es una entidad religiosa. Que debe su nombre al santo Luis Orione cuyo cuerpo incorrupto se exhibe en Argentina. Todo muy llamativo. Pero sí, en este mundo tan tecnificado, los ámbitos de aplicación de las Ciencias Sociales siguen controladas por santos y monjas. Y algún que otro fondo buitre, claro está. Que Dios es omnipotente, y el dinero su teniente.



Aunque igual en lugar de un ladrón lo que necesitáis es el voluntariado de un exorcista, porque hasta en estos píos lugares hay demonios. Y han hablado.

COMUNICADO SOBRE EL VOLUNTARIO DE URDANGARÍN

Tras conocer la noticia de que el condenado por, entre diversos delitos, estafar y blanquear dinero a costa de fundaciones de personas con diversidad funcional, acudirá dos días por semana durante 8 horas a realizar "voluntariado" a la residencia Hogar Don Orione, nos vemos obligadxs a expresar nuestra opinión sobre este bochornoso acontecimiento.

Ayer, 17 de Septiembre, se conocía dicha noticia y el centro se inundaba de prensa, con la orden de la dirección de la residencia de que ni profesionales ni residentes podían salir del centro para no ser expuestos a los mass media.

Esta decisión por parte de la directiva de dicha residencia ha sido tomada de manera unilateral, sin consultar a las personas con diversidad funcional que allí residen e importándole más la difusión de la imagen de la Fundación que el derecho a la no intrusión y a la intimidad de las personas que allí viven, olvidando de nuevo que esa residencia no es un centro de caridad si no el hogar de más de un centenar de personas.

Ni Hogar Don Orione ni ninguna residencia, vivienda o piso tutelado dónde residen personas con diversidad es el espacio para que nadie vaya a lavar su imagen, sacarse fotos o aparentar hacer un trabajo que ya realizan de manera ejemplar todxs lxs profesionales, cuya formación en la atención a personas con diversidad funcional les hacen valedores de dicha posición de apoyos en los espacios vitales de las personas con diversidad.

Asistimos de nuevo atónitxs a un nuevo episodio de postureo, tóxica apertura a la prensa sensacionalista, violación de los derechos y la intimidad de las personas con diversidad y ninguneo al empoderamiento de lxs profesionales del sector, por parte de una Fundación como en este caso es Hogar Don Orione.

Un individuo como Iñaki Urdangarín y todo el circo mediático que lleva detrás no beneficia en absolutamente nada a la vida de las personas ni del Hogar Don Orione ni de ningún espacio dónde convivan personas con diversidad. Sus viviendas no requieren de caridad ni son el lugar para que nadie vaya a lavar su imagen.

Por eso expresamos nuestro más enérgico rechazo a tan lamentable acontecimiento. Basta de fomentar la imagen de la caridad y el buenismo de baratillo en el sector, basta de circos, empoderemos a las personas y a lxs profesionales de apoyo y condenemos estos repugnantes episodios de irresponsabilidad institucional por parte de las fundaciones.



miércoles, 18 de septiembre de 2019

Muévete por el transporte público

Quienes utilizamos cotidianamente el transporte público sabemos que en los últimos años la calidad del servicio ha empeorado muy significativamente. Aumento en la frecuencia de paso de los convoyes, averías constantes, aglomeraciones insufribles, falta de limpieza y seguridad... No podía ser de otra forma tras años de recortes y externalizaciones. "El metro de Madrid ya no vuela, ahora va como el tren de la bruja". Sin unos transportes públicos de calidad y racionalmente planificados, un desarrollo urbano sostenible es imposible.


Aprovechando esta convocatoria, recordamos que el acceso a la movilidad urbana es una condición sin la cual es imposible una plena integración social. Las personas deben cubrir ciertas distancias para satisfacer necesidades básicas y acceder a los distintos servicios. Por tanto, la falta de acceso a medios de transporte es tanto indicador como fuente de exclusión social.

Como personas usuarias de la red de transporte público de Madrid, desde La Rosa en Lucha apoyamos la convocatoria de este jueves. Y retomamos una reivindicación histórica de los colectivos de personas desempleadas: abono transporte gratuito para quienes perciban ingresos inferiores al SMI y las personas a su cargo.