A principios del año pasado inauguramos nuestro nuevo centro, dejando atrás para siempre el Hotel California. Un gran cambio fruto de la lucha...¡nos construyeron un centro nuevo!
Pero sin un mantenimiento adecuado, las instalaciones empiezan a deteriorarse. Nos da igual si la responsabilidad es de Grupo 5, de la subcontrata de mantenimiento, de la empresa constructora o del Ayuntamiento, del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social o de la Junta de Distrito correspondiente. Quienes no tenemos la culpa somos ni quienes trabajamos en La Rosa (incluyendo a los compañeros de la empresa de mantenimiento) ni de quienes hacen uso del servicio. Porque no, unas instalaciones (y menos recién construidas) no se deterioran por "hacer un mal uso" sino por falta de mantenimiento. Todavía no son cosas graves, pero si seguimos así, vendrán los lamentos. Algunas imágenes a modo de ejemplo
Un último ejemplo ilustra a las claras el descuido en el mantenimiento del centro. Los "jardines" de La Rosa crecen silvestres, demostrando que la vida siempre se abre paso.
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