Es ciertamente ridículo esperar que los fascistas digan la verdad. O que no centren su discurso del odio en colectivos vulnerables. Pero que pretendan que el mayor problema del país son un grupo de niños desamparados nos lleva a un nivel desconocido. Nunca el debate cayó tan bajo ni apeló tan directamente a la mezquindad, la cobardía y la estupidez.
La atención a la infancia desamparada está privatizada. En manos de empresas cuyo único fin es parasitar todo el dinero público posible. Sí, el dinero que las administraciones pagan por plaza (que no por niño) es un disparate (mientras los profesionales somos mileuristas). De media esos más de 4000 euros que aparecen en el criminal cartel de VOX. Empresas que desatienden y en algunos casos maltratan directamente a los menores.
Entre ellas destacaba la Fundación O´Belen, una empresa que desapareció gracias a la movilización social por torturar sistemáticamente a los niños en sus centros. No resulta sorprendente que entre los directivos de esta empresa estuviera José Ignacio Arias Moreno, vicepresidente tercero de la mesa de la Asamblea de Madrid y diputado madrileño por VOX (el de la payasada cortesana). Tras la desaparición de este empresa, caracterizada por sus prácticas criminales (denunciadas por el Defensor del Pueblo y Amnistía Internacional entre otras organizaciones) y fundada por dirigentes del PP, banqueros y un obispo, este fascista pasó a ser el responsable del Área de Menores de la Fundación Salud y Comunidad (empresa que se "quedó" los centros que todavía gestionaba O´Belen). Sí, el dinero público destinado a la atención a la infancia más vulnerable terminaba siendo la fuente del lucro personal del personaje que criminaliza a los niños que se supone debía amparar.
Para que el negocio fuera viento en popa, era necesaria la complicidad de las administraciones públicas (que no gobiernan los "menas"). Un ejemplo del perfil de los responsables de este negociado bastará. Carmen Balfagón, fichada en 2018 por VOX como vicesecretaria de Derechos Sociales y Dignidad (¡hay que joderse!), fue de la mano del PP directora estatal del Imserso, directora gerente de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor, directora general de Dependencia y secretaria general técnica de Asuntos Sociales (Comunidad de Madrid), y viceconsejera de Asuntos Sociales de Castilla La Mancha.
Esta es la fauna que maneja nuestros servicios sociales. ¿A que ahora se entienden mejor algunas cosas?
Así es, mientras los menores extranjeros no acompañados sufren racismo y abandono institucional, quienes les criminalizan se forran a su costa parasitando nuestro dinero. Estos son los hechos. Lo demás es racismo y propaganda fascista.
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