lunes, 30 de abril de 2018

Unificar las luchas de los Servicios Sociales externalizados

Al hablar de servicios sociales nos referimos a aquellos servicios públicos que deben garantizar los derechos de la ciudadanía a una vida digna. Sin embargo, el 80% ejercemos nuestra labor en el sector privado (en variedad de áreas: igualdad, personas sin hogar, exclusión social, menores, migraciones, discapacidad, dependencia, servicios socioeducativos, sociosanitarios…). 

Somos trabajadoras de servicios públicos externalizados, con características y problemáticas comunes, pese a una gran heterogeneidad en nuestras condiciones. Trabajamos en servicios fuertemente feminizados, precarios, con inestabilidad laboral, elevada parcialidad en la contratación, bajos salarios, con importantes responsabilidades en el quehacer diario con las personas a quienes atendemos… y dependientes, en su inmensa mayoría, de los conciertos y licitaciones de las Administraciones Públicas (también de subvenciones). Asimismo, a muchos de nuestros empleadores les gusta lucir la etiqueta de “social”. El famoso Tercer Sector, formado principalmente por entidades sin ánimo de lucro, donde los “fondos buitre” están entrando con fuerza en la gestión de recursos sociales y sociosanitarios. 

Defendemos la gestión directa de los servicios públicos y reclamamos que hasta que se revierta esta situación debe apostarse por proteger la calidad de estos servicios y las condiciones de sus profesionales a través tanto de una contratación pública socialmente responsable, como de unos convenios colectivos que dignifiquen las condiciones laborales de sus plantillas. 

La atomización del sector es tan evidente que, a pesar de tener los mismos perfiles profesionales y empleadores, existen varios convenios colectivos (Acción e Intervención Social, Reforma y Protección de Menores, Atención a la Discapacidad, Dependencia y Ayuda a Domicilio, Ocio Educativo y Animación Sociocultural…). Situación que aprovecha la patronal para dificultar la labor sindical, escoger “el más barato” si tiene ocasión, y bloquear la negociación colectiva. En este momento están abiertas varias Mesas de Negociación de convenios estatales, las relativas al Convenio de Intervención Social, al de Reforma y Protección de Menores, y al de Discapacidad, y otras, pronto tendrán que arrancar. 

Si las gentes de la Intervención Social (en su sentido más amplio) somos capaces de implicarnos, cohesionarnos y formar parte de la toma de las decisiones, podremos afrontar las negociaciones colectivas que tenemos abiertas o que están por venir en condiciones de conquistar avances significativos en nuestras condiciones laborales y en la calidad de los servicios que prestamos. Por ello, existe hoy una mayor y más urgente necesidad de que nos aglutinemos las personas, las actividades y los convenios que convivimos en este sector y fijemos líneas de acción comunes. 

Consideramos que éste es un buen momento para unificar nuestras luchas y movilizarnos, exponiendo ante la ciudadanía la realidad de los Servicios Sociales privatizados, y denunciando a las administraciones que promueven esta situación y a las entidades, asociaciones, empresas y patronales de “lo social” que se benefician de ello y presumen de su contribución a esta sociedad, mientras cercenan los derechos sociales y retributivos de las profesionales, escatimando y estrangulando la negociación colectiva. No podemos dar un paso atrás, nuestros derechos y los de las personas que atendemos están en juego. No cabe otro camino: UNIDAD y LUCHA


No hay comentarios:

Publicar un comentario