Desde La Rosa En Lucha llevamos mucho tiempo denunciando que las políticas de prevención de riesgos laborales en el sector de la Intervención Social son un mero paripé. Incluso se llega a asegurar que hay riesgos "que van con el sueldo". No señores de las empresas y las administraciones, no estamos aquí ni para coger sarna o tuberculosis, ni para recibir agresiones verbales y físicas.
Porque además la ley es clara, y establece la obligación patronal de evaluar todos los posibles riesgos, para poner las medidas necesarias para eliminar esos riesgos. Y cuando no sea posible su completa erradicación, la obligación es instaurar todas las medidas posibles para minimizarlos todo cuanto sea técnicamente posible. Esto no pasa ni de lejos. En La Rosa tampoco, a pesar de los importantes avances que hemos conseguido.
Por otro lado, en nuestro sector los riesgos psicosociales, aunque son más que evidentes, ni siquiera se contemplan. Por ejemplo, la evaluación de riesgos psicosociales que obligamos a realizar a la anterior empresa, ASISPA, concluyó que no existían riesgos psicosociales relevantes en La Rosa, ¡y eso que hicieron la evaluación en los momentos más tensos del conflicto laboral! Un insulto y un desprecio más hacia la plantilla. Esperamos que Grupo 5 sí se tome en serio nuestra salud.
Aprovechamos este 28 de abril para mostrar todo nuestro apoyo a las compañeras de Servicios Sociales de Puente de Vallecas, que están demandando medidas de seguridad en su puesto de trabajo. Y que nadie se atreva a buscar carnaza en la noticia, intentando aprovechar las situaciones que ellos mismos generan para dar una nueva vuelta de tuerca en la criminalización de la pobreza. Hay gente "vip" que parece no entender que en Servicios Sociales atendemos a personas en situaciones muy difíciles, que generalmente han visto vulnerados sus derechos impunemente, y a los que muchas veces no podemos dar respuesta porque tenemos las manos atadas, más tras años de recortes. Por desgracia, muchas veces las administraciones nos utilizan de parapeto frente a las personas que dejan desatendidas.
A nivel general la situación no es mejor. En 2017 se registraron 618 accidentes laborales mortales. 3014 compañeros y compañeras muertas en el trabajo en los últimos cinco años. Son cifras de guerra, a las que hay que sumar miles más de han sufrido secuelas irreversibles. La prevención de riesgos no es algo secundario en las relaciones laborales, nuestra salud y nuestras vidas están en juego.
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