Cuando las necesidades sociales (y por tanto nuestras vidas) se mercantilizan, las consecuencias pueden llegar a ser terribles. Es lo que están denunciando organizaciones políticas, sindicales y profesionales en relación a la calidad de la atención que reciben nuestros mayores. La precaria realidad del cuidado de mayores se concreta en una clamorosa falta de personal en las residencias y en una decimonónica sobreexplotación laboral. En estas condiciones es imposible prestar un buen servicio, a pesar de la profesonalidad de quienes realizan su labor al borde del colapso físico y psíquico. A esto hay que sumarle que los centros no siempre están en buenas condiciones ni debidamente aclimatados. Es una vergüenza.
No olvidemos que nuestra querida Asispa es una de las principales empresas de la atención a personas mayores (residencias, centros de día, SAD) y está asociada a AMADE (una de las patronales del sector, que está bloqueando la negociación colectiva).
Pero un viejo fantasma empieza a recorrer Madrid: profesionales y personas usuarias unidas en defensa de sus derechos. Se suceden las movilizaciones y se ha formado la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residencias, que se concentró el pasado viernes en Sol para denunciar las condiciones en las residencias de ancianos.
En La Rosa conocemos muy bien la precariedad y el maltrato institucional. Vuestra lucha es nuestra lucha. ¡A galopar¡
No olvidemos que nuestra querida Asispa es una de las principales empresas de la atención a personas mayores (residencias, centros de día, SAD) y está asociada a AMADE (una de las patronales del sector, que está bloqueando la negociación colectiva).
Pero un viejo fantasma empieza a recorrer Madrid: profesionales y personas usuarias unidas en defensa de sus derechos. Se suceden las movilizaciones y se ha formado la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residencias, que se concentró el pasado viernes en Sol para denunciar las condiciones en las residencias de ancianos.
En La Rosa conocemos muy bien la precariedad y el maltrato institucional. Vuestra lucha es nuestra lucha. ¡A galopar¡
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