CCOO ha convocado concentraciones en todo el país este 8 de febrero para exigir la jubilación a los 60 años de los trabajadores y las trabajadoras encuadrados en los epígrafes 86, 87 y 88 de actividades sanitarias, asistencia en establecimientos residenciales y actividades de servicios sociales sin alojamiento, debido al desgaste físico y psíquico que conllevan estas profesiones.
Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las y los profesionales de la asistencia sanitaria y social sufren la cuarta tasa más alta de problemas graves de salud directamente relacionados con el trabajo. Dicha entidad también denuncia que las mujeres del sector de la Sanidad y los Servicios Sociales tienen más posibilidad de sufrir un accidente o padecer una enfermedad profesional que las trabajadoras de otros sectores. España es el segundo país europeo donde más accidentes sufre el personal sanitario.
Por otro lado, según las estadísticas del propio Ministerio de Trabajo, las trabajadoras y los trabajadores con turno nocturno o turnos rotatorios tienen peor salud física y mental que la población general. Situación muy común en los servicios sanitarios y sociales.
Además están expuestas a riesgos biológicos. Estas profesiones aumentan el riesgo de contagio de enfermedades como la tuberculosis, el VIH o la hepatitis B. Situación que se ha evidenciado con los altos índices de contagio de COVID.
Desde el sindicato se denuncia que existen elevadas tasas de enfermedades musculoesqueléticas y de trastornos psicosociales asociados a la demanda emocional del trabajo.
Por todo ello, CCOO ha solicitado al Ministerio de Seguridad Social el inicio de los trámites para implementar coeficientes reductores a la edad de jubilación en estos ámbitos, debido al desgaste físico y mental que sufren las y los profesionales de estos sectores laborales.
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