El despido del compañero, presidente del comité de empresa, por "dañar la imagen de la empresa" al denunciar el ERTE fraudulento impuesto por la empresa, es un ataque al conjunto del movimiento sindical.¡No lo podemos consentir!
La multinacional IMA Ibérica-Prestima, tras imponer un ERTE fraudulento rechazado por la mayoría del Comité de Empresa, ha dado un paso más en sus ataques a los derechos laborales y sindicales. Pocos días después de imponer el ERTE, notificó al Presidente del Comité de Empresa, Jamal Kessou, su despido por dañar la imagen de la empresa. La razón, enviar una carta a varias empresas clientes (Lagun Aro, Línea Directa o Car Mobility System) informando sobre el ERTE y sus consecuencias, entre ellas un posible perjuicio del servicio por la disminución drástica de la plantilla.
El despido del compañero supone un grave ataque a la libertad de expresión y a la libertad sindical. Todo por haber manifestado su oposición al ERTE, y por denunciarlo públicamente, un derecho que aún conservamos las y los trabajadores mal que le pese a la multinacional. Quieren impedir que las y los trabajadores podamos expresar públicamente nuestra opinión y recabar la solidaridad del resto de la clase trabajadora, ¡pero tenemos derecho a informar a quien consideremos! Por ahora no vivimos en una dictadura patronal.
Este despido demuestra como entiende esta multinacional la relación con las y los trabajadores. Quieren sembrar el miedo de cara a tener vía libre para los futuros ajustes que preparan. Como muchas grandes empresas, están aprovechando la situación de pandemia y las facilidades dadas por el Gobierno para aplicar ERTEs, para realizar ajustes estructurales que implicarán una nueva reconversión laboral en perjuicio de la clase trabajadora.
El despido del compañero supone un grave ataque a la libertad de expresión y a la libertad sindical. Todo por haber manifestado su oposición al ERTE, y por denunciarlo públicamente, un derecho que aún conservamos las y los trabajadores mal que le pese a la multinacional. Quieren impedir que las y los trabajadores podamos expresar públicamente nuestra opinión y recabar la solidaridad del resto de la clase trabajadora, ¡pero tenemos derecho a informar a quien consideremos! Por ahora no vivimos en una dictadura patronal.
Este despido demuestra como entiende esta multinacional la relación con las y los trabajadores. Quieren sembrar el miedo de cara a tener vía libre para los futuros ajustes que preparan. Como muchas grandes empresas, están aprovechando la situación de pandemia y las facilidades dadas por el Gobierno para aplicar ERTEs, para realizar ajustes estructurales que implicarán una nueva reconversión laboral en perjuicio de la clase trabajadora.
IMA Ibérica-Prestima actúa como una subcontrata de otras grandes empresas. Es esta subcontratación la que esta detrás de la precariedad crónica que padecemos millones de trabajadoras y trabajadores. Por eso mismo, las y los delegados sindicales se dirigieron legítimamente a estas empresas y a sus trabajadores y clientes. Despedir a sindicalistas por dañar la imagen de la empresa, supone acabar con nuestros derechos sindicales y democráticos y que las empresas tengan carta blanca contra cualquiera que alce la voz contra sus abusos. Nos encontramos ante un ataque contra el conjunto del movimiento sindical. El derecho a sindicarnos, a la huelga o a la libertad de expresión se conquistaron fruto de décadas de lucha. No permitiremos ahora que nos sean arrebatados.
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