¡Basta de precariedad laboral en
los Servicios Sociales! Nuestras necesidades no pueden ser un negocio
La situación de los Servicios
Sociales externalizados es insostenible. Debido a la privatización y a los
durísimos recortes llevados a cabo por todas las Administraciones con la crisis
como excusa, la precariedad se ha generalizado en todos nuestros sectores
(dependencia, intervención social, servicios de ayuda a domicilio, residencias
de la tercera edad, etc…).
Al mismo tiempo, empresas y
multinacionales se llenan los bolsillos haciendo negocio de las necesidades
básicas, y de la condiciones de miseria impuestas a las y los trabajadores.
Profesionales del sector, trabajadoras y trabajadores, y usuarios y familias,
hemos decidido que hay que unirse para decir basta ¡Precarizáis nuestras vidas
y nuestro futuro!
Las empresas se lucran a nuestra
costa, y las administraciones lo consienten
Los escándalos por maltrato y
abandono por parte de administraciones y empresas se suceden, desde mayores
abandonados en las residencias por falta de personal o dependientes que
fallecen sin recibir atención, a menores tutelados viviendo en parques o
hacinados durmiendo en el suelo en centros saturados. Instalaciones
tercermundistas como la de muchos albergues para personas sin hogar e
interminables listas de espera para acceder a cualquier tipo de recurso. La
falta de plazas, además, impide una intervención adecuada, ya que las personas
deben adaptarse a las plazas disponibles, no adaptándose los recursos a las
necesidades reales. Si no se producen más tragedias es únicamente gracias a la
profesionalidad y compromiso social de las plantillas (en demasiadas ocasiones
a costa de su propia salud).
En materia laboral, la situación
es también lamentable. Los Servicios Sociales y Sociosanitarios somos un
servicio público, esencial para garantizar derechos humanos fundamentales de
cualquier persona o familia. Somos profesionales cualificadas que asumimos una
gran responsabilidad en nuestros puestos de trabajo. Sin embargo, nuestras
relaciones laborales están marcadas por la explotación, la precariedad, el
autoritarismo y la represión. Sufrimos las tasas de temporalidad y parcialidad
más altas del mercado laboral, con unos sueldos un 30% por debajo del salario
medio. ¿Es eso lo que vale atender a nuestros ancianos, a las personas
dependientes, o a personas que carecen de hogar?
Esta situación es consecuencia de
un modelo donde lo único que importan son los beneficios de empresas y
patronales (lo del “sin ánimo de lucro” da tantos beneficios que los fondos
buitre se han lanzado a la conquista del Tercer Sector), y todo con dinero
público, ¡de todos y todas!, y con la connivencia y completa permisividad de
las distintas Administraciones. ¿No es esto también un claro ejemplo de
corrupción? ¿No lo es mercadear con necesidades básicas para otorgar un
lucrativo negocio a los correspondientes amiguetes? ¡Sí, creemos que así es!
Condiciones laborales dignas para
dar una atención de calidad
Nuestra precariedad laboral está
directamente vinculada a la feminización de las plantillas, al ser
profesionales vinculadas al mundo del cuidado. Si realmente se quiere acabar
con la brecha salarial de género, de la que tanto se llenan la boca Gobiernos e
Instituciones, basta ya de lazos y palabras, ¡es necesario dignificar las
condiciones laborales y salariales de nuestros sectores! Y esto incluye a los
dirigentes de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, que no dejan de firmar
convenios vergonzosos como los de Reforma Juvenil y Protección de Menores, de
Atención a Personas Dependientes y de Atención a Personas con Discapacidad (que
ha convertido a los Centros Especiales de Empleo en un agujero negro). ¡Ellos
son muy responsables también de la degradación de nuestras condiciones!
Como ya sabemos, lo que no se
conquista en la calle, no se conquistará en una mesa de negociación. Por eso
tenemos que organizarnos y movilizarnos para mejor nuestras condiciones,
buscando de entrada la equiparación con los convenios más avanzados del Estado
(Euskadi, Catalunya) y conquistando cada vez mejores condiciones para poder
prestar un servicio digno y de calidad. La mejora de nuestras condiciones,
entre otras cosas pasa por la contratación del personal suficiente en cada
recurso. Es esencial para mejorar un servicio donde las y los trabajadores
somos la pieza fundamental.
Basta de excusas. ¡Servicios
Sociales 100% públicos! ¡Gestión directa ya!
Por otro lado, si nuestro
principal problema es la privatización, la solución es obvia. Hay que eliminar
el lucro empresarial de la ecuación, que además se realiza, y esto es lo más
paradójico, con cientos o miles de millones de euros de dinero público. Si el
trabajo y los conocimientos los ponemos nosotras y nosotros, y la financiación
es pública, ¿qué pintan las oenegés, fundaciones, empresas y fondos buitre en
todo esto? ¡Nada! ¡Lucrarse a nuestra costa y a costa de usuarios y familias!
Incluso ya están saliendo casos en los papeles de la corrupción, como Aralia
Servicios Sociosanitarios en el caso Enredadera o Ginso (la de Javier Urra) en
la Púnica.
Sin embargo, Ayuntamientos del
Cambio como el de Madrid o Barcelona no han dado un paso al frente en este
sentido, más bien al contrario, señalando que legalmente no se puede hacer nada,
a pesar de que en otros casos sí se ha hecho. Así ha sido, por ejemplo, en el
reciente proceso acometido por la Generalitat Valenciana subrogando a más de
7.500 trabajadores procedentes de distintos servicios públicos desprivatizados
(bomberos forestales, hospitales, etc.). Si se quiere, ¡por supuesto que se
puede!
Creemos que es necesario dar
nuevos pasos adelante para acabar con la situación que padecemos, y por eso
hemos convocado una primera concentración, de dependencia, intervención social,
residencias de la tercera edad, servicios de ayuda a domicilio y resto de
servicios sociales, para el próximo 1 de Diciembre en la plaza del Callao. Un
primer paso, en año electoral, donde no nos quedaremos de brazos cruzados,
exigiendo que aquellos que manejan el dinero público de todos lo pongan al
servicio de las necesidades de la mayoría.
¡Por unos Servicios Sociales
públicos y de calidad!
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