Ya sabíamos que para Asispa (igual que para las demás empresas) profesionales y personas usuarias no somos más que un estorbo necesario para la obtención de beneficios. Durante décadas para el Ayuntamiento de Madrid éramos también una molestia, pero confiábamos que con la llegada de Ahora Madrid esto iba a cambiar. Eran el cambio. Pero poco ha cambiado, al menos en el Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo. Y con la aparación de la sarna lo hemos podido comprobar. Obras son amores.
La actuación de los responsables de la red municipal ha consistido en negar la evidencia, mentir, echar balones fuera, minimizar el problema y defender la lamentable actuación del Servicio de Prevención de Asispa.
La opacidad ha sido total, sólo han actuado tras la aparición en prensa del problema, y ha sido para mentir a la ciudadanía. Por el centro sólo ha habido un par de apariciones fugaces de responsables del Área, en los que de no muy buenas maneras transmitieron a la plantilla ideas como "nadie se muere de sarna", "la sarna sólo pica un poquito", "estos riesgos van con el puesto, si no te gusta te vas", etc. Y de obligar a la empresa a cumplir con la legalidad vigente en materia de Prevención de Riesgos Laborales, nada de nada (y eso que el Área está informada al menos desde marzo del año pasado de esta ilegal realidad).
No se ha tomado ninguna medida en la red (o las desconocemos, con lo cual de poco servirían), se ha seguido derivando personas a nuestro centro (uno de los casos de contagio) y desde La Rosa a otros recursos, se han seguido desarrollando con normalidad las actividades en las que participan personas ajenas al centro, desconocemos si se han tomado medidas preventivas en los traslados en Unidad Móvil del Samur Social...Si de momento el brote de sarna ha quedado contenido en La Rosa ha sido más por suerte que por otra cosa. Aunque lo cierto es que ya ha saltado los muros: se ha confirmado ya un caso entre allegados de la plantilla. Afortunadamente sólo es sarna, pero la incapacidad de respuesta tanto de la empresa como de los responsables municipales nos deja muy preocupados.
Y mientras nos quedamos solos contra los ácaros, el Ayuntamiento, con agosticidad, ha sacado los nuevos pliegos a licitación. A falta de un análisis en profundidad de los mismos, ya podemos decir que son una puñalada trapera. Cumplen la amenaza de Darío Pérez (jefe del servicio) de zanjar la disputa por la categoría profesional en la que debe encuandrarse a las Auxiliares de Servicios Sociales dejando de exigir para el puesto la formación como Técnico Superior en Integración Social. Así, estos nuevos pliegos nos degradan profesionalmente, degradan por tanto la calidad de la atención y además suponen un ataque directo al conjunto del colectivo TSIS, lanzando un misil en la línea de flotación de la consolidación laboral de este colectivo profesional en el ámbito de la Intervención Social.
No se puede servir a dos amos a la vez. No hay otra manera, o con la patronal o con la clase obrera. El Área de Equidad ha elegido bando, y no somos nosotros.
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